Con China como intermediario, Irán y Arabia Saudita lograron un acuerdo, terminando así una disputa de años. “Teniendo en mente las implicaciones económicas, podríamos suponer que, hasta el momento, China ha logrado ejecutar la mayor operación financiera hasta la fecha,” explicó Javier Reyes de la Campa, analista financiero.
El compromiso supone un apaciguamiento político de las demandas de ambos países. Su objetivo será que todas las partes involucradas mejoren su situación económica, comenzando por Irán.
“Para China este acuerdo presupone un bajo riesgo y una alta recompensa. De momento, la tregua de Irán con Arabia Saudita cubre una de las múltiples rupturas en la región, pero no será suficiente para levantar su decaída economía”, dijo el analista.
A finales del 2022 la inflación alcanzó un 59 %, y sus circunstancias geopolíticas complicaban la recepción de fondos incluyendo aquellos para ayuda humanitaria. Durante las últimas semanas de febrero su moneda, el rial, perdió el 20 % de su valor, llegando a un mínimo histórico.
Irán busca diversificar su economía a través de la cooperación con China y Rusia
El acuerdo logró reducir la presión sobre el rial; sin embargo, la divisa ha seguido depreciándose al aceptar la realidad de que el país no tiene muchas oportunidades de mejorar su situación, a reserva de poder evitar sanciones internacionales o mejorar sus relaciones económicas con China y Rusia.
En enero, el Banco Mundial pronosticó que la economía del país aumentaría un 2.2 % en el presente año y un 1.9 % en 2024, lo cual resulta insuficiente para retornar a una trayectoria de crecimiento sostenido a largo plazo.
“La situación económica sin duda es un factor crucial que ha llevado a los iraníes a buscar este acuerdo con los saudíes y, por consiguiente, con los chinos”, puntualizó Javier Reyes de la Campa.
¿Podría Arabia Saudita fijar el precio del petróleo en yuanes, en lugar de dólares?
Facilitar el acuerdo entre los dos rivales de Oriente indica que China tiene la intención de seguir comprando petróleo tanto a Arabia Saudita como a Irán, garantizando al segundo una línea de vida económica.
“Aunque Arabia Saudita utiliza el dólar como moneda para la venta de petróleo, está negociando con China para acordar el precio de algunas ventas en yuanes. Esta estrategia podría debilitar el control del dólar en el mercado petrolero mundial y aumentar el poder de Asia en el principal exportador de crudo del mundo”, mencionó el analista mexicano.
Alrededor del 80 % de las ventas mundiales de petróleo se realizan en dólares. Por esta razón, para Arabia Saudita supondría un profundo cambio fijar el precio, incluso de una parte de sus aproximadamente 6,2 millones de barriles diarios de crudo exportados en otra moneda que no fuera el dólar.
“Es probable que el efecto en la economía saudí dependa de la cantidad de ventas de petróleo involucradas y del valor del crudo. Si se produce una reducción en la venta de petróleo en dólares, el reino tendría una base de ingresos más diversificada y podría considerar ajustar el valor del rial a una cesta de divisas, de manera similar al dinar kuwaití”, expresó el analista.
Bloomberg recopiló informes diarios de transacciones de la Bolsa de Moscú, los cuales muestran que en febrero, por primera vez, el yuan chino sustituyó al dólar estadounidense como moneda más negociada en Rusia, por lo que podría suceder lo mismo en Arabia Saudita, concluyó Javier Reyes de la Campa.
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