Ciudad de México, 1º Jul.- Caminar sobre el agua, hasta ahora, era una experiencia que ningún humano había experimentado. Sin embargo, ahora con una original instalación artística, serán capaces de llevar a cabo semejante hazaña. En el lago Iseo, en Italia, se ha puesto en marcha el proyecto cultural Floating Piers (embarcaderos flotantes), por parte de los artistas búlgaros Christo y Jeanne-Claude.
Iseo se encuentra en el norte de Italia, a unos 100 km de Milán y a unos 250 km de Venecia. Hasta el 3 de julio, quienes se acerquen hasta allí van a poder, literalmente, andar sobre el agua. Realmente se camina sobre una plataforma de tres kilómetros de largo compuesta por cubos de polietileno. Al ser un material endeble, la sensación, según el propio artista, no es la de andar sobre un camino pavimentado, sino más bien “sobre la espalda de una ballena”.
Al pasear por este particular camino de baldosas amarillas de plástico que flotan, además de una experiencia muy divertida y excitante, permite disfrutar de unas vistas de los pueblos y el paisaje que circunda el lago que hasta ahora no se habían podido observar sin la necesidad de una barca y unos remos.
El artista ambienta Christo señalo que el proyecto inicio desde 1970,cuando tenían la idea de tratar de que la gente caminara sobre el agua. Ademas de que para el realizar esta obra es mas que eso:
“Son las cosas reales. Los problemas históricos ambientales reales, la verdadera política, pues todos nuestro proyectos guardan una relación multinivel con la humanidad, en varios niveles.Y Jeanne-Claude amamos a la gente“. añadio.
La obra de Christo consta de cuatro partes. Tres de ellas son grandes bandas amarillas que hacen de caminos. Una de ellas une a través del lago dos pueblos del mismo, Sulzano y Monte Isola, que están uno enfrente del otro. Luego otros dos caminos que desembocan, tras unirse en su tramo final, en la pequeña isla de San Paolo, que se encuentra dentro del lago.
Crear la obra ha necesitado de dos años de trabajo por parte del artista búlgaro, tanto para planificarla como para llevarla a cabo. Se decidió por una plataforma que, en total, cuenta con 200.000 cubos, que suman 16 metros de ancho y 35 metros de grosor. Sobre ellos, la tela amarilla, que mide una superficie total de 100.000 metros cuadrados, que cambia de color conforme a la luz que recibe, y se vuelve roja.
(Fotos: Floating Piers Project)