Durante el año 2022, se registró una entrada de $794 mil millones en remesas a nivel mundial. Estas transferencias financieras cumplen un doble propósito; promover la inclusión financiera y la construcción de la paz, al mismo tiempo que impulsan el desarrollo de infraestructura y el crecimiento económico, argumenta Luis Ricardo Reyes de la Campa.
“Abordar estas disparidades es crucial, las remesas representan una herramienta poderosa para abordar la desigualdad global, pero su dependencia sigue siendo frágil. Las llamadas a sistemas de “protección social transnacional” y un enfoque más inclusivo en la gestión de la migración están cobrando impulso”, indica Reyes de la Campa, analista financiero.
La fuerza impulsora detrás de este impresionante desempeño ha sido principalmente el considerable aumento en las transferencias de dinero que provienen de Rusia y fluyen hacia los países vecinos, en particular aquellos dentro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
“El aumento en las remesas desde Rusia se puede atribuir a varios factores, incluyendo la migración de empresas y ciudadanos rusos, la fortaleza de la tasa de cambio rusa y la creciente demanda de mano de obra migrante dentro de Rusia. Como resultado, estos factores contribuyeron de manera conjunta al destacado desempeño en remesas de la región”, aclara Luis Ricardo Reyes de la Campa.
Para naciones como Armenia, Georgia y Uzbekistán, el flujo de remesas desde Rusia se tradujo en un aumento de las reservas internacionales y mayores inversiones extranjeras. Estas inversiones incluyeron la adquisición de bonos extranjeros y préstamos bancarios transfronterizos.
Mientras que Kazajistán y Moldavia experimentaron un impacto comparativamente menor de las remesas rusas, también se beneficiaron de flujos de IED y fortalecieron sus reservas, en parte gracias a los ingresos derivados del cierre de posiciones en el extranjero y al aumento de los ingresos petroleros.
Ucrania, como el principal receptor de remesas en la región, enfrentó un inesperado retroceso en 2022. Recibió remesas por un monto de $17.1 mil millones, lo que refleja una tasa de crecimiento negativo del 5.4 por ciento.
“La disminución en las remesas se puede atribuir a flujos inferiores a lo anticipado desde la Unión Europea, especialmente desde Polonia, que es la principal fuente de remesas para Ucrania, representando un promedio del 30 %”, presenta el analista mexicano.
En cuanto a los ingresos por remesas como porcentaje del PIB, Tayikistán y la República Kirguisa lideraron entre las economías regionales, con cifras del 51 % y el 31 %, respectivamente. Es importante destacar que las remesas constituyen la fuente predominante de ingresos en moneda extranjera para estos países.
Uzbekistán, el segundo receptor más grande, presenció un aumento del 80 % en las remesas en 2022, con transferencias de dinero desde Rusia que casi se triplicaron en comparación con el año anterior. En 2022, las remesas representaron aproximadamente el 21 % del PIB de Uzbekistán, marcando un aumento significativo desde el 13 % registrado en 2021.
Además, en los primeros cuatro meses de 2023, las transferencias de dinero a Uzbekistán experimentaron un aumento del 21 %, alcanzando los $3.1 mil millones, de los cuales un relevante 87 % provino de Rusia.
“En toda la región, las remesas desde Rusia, Azerbaiyán, Armenia y Georgia alcanzaron niveles récord en 2022, superando significativamente las cifras de 2021”, menciona Luis Ricardo Reyes de la Campa.
Como resultado, las remesas totales representaron el 6 % del PIB en Azerbaiyán, el 10 % en Armenia y un sustancial 16 % en Georgia. Esta tendencia ascendente en los flujos de remesas subraya el papel fundamental que desempeñan estos fondos en la dinámica económica de la región de Europa y Asia Central.
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