Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó un aumento significativo en sus emisiones contaminantes durante el segundo trimestre de 2025, especialmente en dióxido de carbono equivalente. Esto marca el primer repunte para este periodo desde 2021, según su más reciente informe financiero.
Las emisiones de CO₂ equivalente alcanzaron los 17.5 millones de toneladas, lo que representa un incremento anual del 20.7%. Este aumento se atribuyó a fallas en el suministro de vapor en los procesos de cogeneración de un complejo procesador de gas, lo que obligó a redirigir grandes volúmenes hacia quemadores de desfogue.
Por otro lado, las emisiones de metano —uno de los gases más nocivos para el clima— se elevaron 42.5% respecto al mismo trimestre del año anterior, alcanzando las 211 mil toneladas.
Este repunte contrasta con los esfuerzos que Pemex ha reportado para mitigar su impacto ambiental, como la rehabilitación de compresores, el aprovechamiento de gas asociado y la reactivación de su colaboración con el Banco Mundial para reducir emisiones de metano.
Acciones insuficientes
Sin embargo, analistas y agencias calificadoras como Fitch Ratings consideran que estas acciones son insuficientes frente al deterioro operativo que enfrenta la empresa. En su más reciente evaluación, Fitch subrayó que el historial de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Pemex representa una preocupación en términos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
“Múltiples incendios en activos críticos probablemente afectarán a las comunidades locales y al medio ambiente. La gestión operativa y la falta de inversión en infraestructura clave socavan el perfil financiero de Pemex”, advirtió la calificadora.
Fitch también alertó sobre el deterioro de oleoductos tras una década de subinversión, lo que ha provocado fugas de materiales peligrosos cerca de zonas habitadas y ecosistemas sensibles, generando riesgos financieros adicionales por posibles litigios y altos costos de remediación.
Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC, fue contundente: “Para Pemex, invertir en mejoras ambientales representa un costo, no un beneficio. No hay ningún compromiso real con la sustentabilidad. Parecería que la única fórmula que tienen para reducir emisiones es disminuir la producción, pero hacerlo implicaría un impacto directo y costoso para la renta petrolera”.
Seguridad laboral: avances y pendientes
En el mismo reporte, Pemex aseguró haber mejorado sus indicadores de seguridad laboral. El índice de frecuencia de accidentes bajó a 0.29 por millón de horas-hombre, una reducción del 17% respecto al segundo trimestre de 2024. El índice de gravedad también cayó 33%. No obstante, se reportaron 23 trabajadores lesionados y un fallecimiento.
Entre las acciones destacadas en seguridad, la empresa mencionó auditorías internas, simulacros, asesorías normativas y la atención de 740 riesgos identificados en seguridad industrial, con una inversión superior a los 23 mil millones de pesos.
A pesar de estos avances, Fitch también cuestionó este frente. La falta de inversión en activos críticos ha derivado en accidentes que han causado lesiones e incluso muertes entre empleados y contratistas. “Muchos de estos incidentes también han tenido impactos ambientales perjudiciales, que probablemente afecten a la empresa financiera y reputacionalmente”, enfatizó la agencia.
Plan estratégico 2025-2035: ¿una solución?
La calificadora concluyó que el historial de gestión de Pemex, sumado a sus dificultades financieras, podría obstaculizar la ejecución de su estrategia ambiental y operativa, en un contexto donde sus emisiones contaminantes no sólo aumentan, sino que elevan los riesgos para el entorno, sus trabajadores y su viabilidad financiera.
Ante este panorama, el gobierno federal presentó la semana pasada el Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex, con el objetivo de aliviar la situación financiera de la empresa productiva del Estado, considerada la petrolera más endeudada del mundo.
Según el secretario de Hacienda, Edgar Amador, la nueva estrategia se basa en tres pilares: incentivos para adoptar una política de inversión eficiente y de largo plazo, respaldo para reducir la carga financiera, y un apoyo de 250 mil millones de pesos para financiar proyectos de inversión.
Con información de El Sol de México.







