Hay tres libros de Gabriel García Márquez que los amantes de su trabajo literario tienen que leer, sobre todo si quedaron flechados con “Cien años de soledad”.
La novela se escribió en Ciudad de México -donde se estableció- durante 18 meses.
Para conocer de raíz el trabajo literario es vital conocer su primera novela: “La hojarasca” que publicó en 1955. Un dato curioso de este libro es que mediante él se presentó por primera vez Macondo.
La historia es liderada por un hombre mayor que es el coronel de la aldea. Solo tiene un objetivo: enterrar a un doctor que es odiado por el pueblo que se opone a esto. En medio del caos, el autor también expone la visión que se puede tener de la muerte.
Otro título imperdible es “Crónica de una muerte anunciada” que anticipa el sentido de la historia. Es la muerte que se veía venir. La obra literaria se publicó en 1981 y narra -como si se tratara de un trabajo periodístico- la muerte del protagonista, Santiago Nasar, quien es culpado de quitarle la “virtud” a Ángela Vicario.
En “Memoria de mis putas tristes” -obra publicada en 2004- presenta una historia que gira en torno a un periodista de 90 años de edad que recapitula su vida. Su existencia cambia cuando acude a un prostíbulo y conoce a una joven de quien se enamora.
Inspiración
El escritor colombiano pasó a la historia debido a sus obras literarias entre las que destaca “Cien años de soledad” cuya inspiración nació de su pueblo natal, Aracataca.
La novela -publicada por primera vez en mayo de 1967 en Buenos Aires, Argentina- gira en torno a Macondo, la familia Buendía, la soledad y el incesto. Ello se expone con una narrativa que se mantiene fiel al movimiento literario realismo mágico.
La obra del fallecido periodista es conocida a nivel global y el pasado 11 de diciembre Netflix estrenó una serie homónima.
Esto ha provocado que el libro y el autor estén en auge. Pero el colombiano no sólo fue conocido por esta historia, ya que trabajó en diversos proyectos literarios.







