Datos que no conocías de «El Principito»

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Datos que no conocías de «El Principito»

El Principito es mucho más que una simple narración. Su creación está llena de historias y detalles que enriquecen aún más su mensaje. Estas curiosidades no solo revelan la conexión del autor con su obra, sino también la capacidad del libro para inspirar y fascinar a través del tiempo.

Publicado en 1943, El Principito de Antoine de Saint-Exupéry es una obra literaria que ha cautivado a millones de lectores alrededor del mundo. Aunque es conocido como un libro infantil, su profundidad filosófica lo convierte en una lectura para todas las edades.

Hay tres datos curiosos que quizás no sabías sobre esta icónica obra.

El asteroide B-612 existe

El planeta del Principito, conocido como B-612, no solo vive en las páginas del libro. En 1993, los astrónomos nombraron un asteroide real en su honor: el 46610 Bésixdouze (B-612 en sistema hexadecimal). Este cuerpo celeste, ubicado entre Marte y Júpiter, se convirtió en un tributo al personaje y su mensaje sobre lo esencial de las cosas simples. Además, otro asteroide, el 2578 Saint-Exupéry fue bautizado en honor al autor como reconocimiento a su impacto cultural y literario.

Las ilustraciones tienen un toque autobiográfico

Aunque Saint-Exupéry no era considerado un gran dibujante, fue él mismo quien creó las famosas acuarelas que acompañan la historia. Para estas ilustraciones, se inspiró en elementos de su vida personal:

La rosa representa a su esposa, Consuelo Suncín, con quien tuvo una relación compleja pero apasionada.
El desierto y el aviador reflejan sus experiencias como piloto, incluyendo un accidente aéreo en el Sahara que casi le cuesta la vida.
Los baobabs, árboles que amenazan con destruir planetas, han sido interpretados como una metáfora del nazismo, que en ese momento estaba en plena expansión en Europa.

El manuscrito fue encontrado en una bolsa de papel

El manuscrito original de El Principito, junto con las ilustraciones originales, estuvo a punto de perderse. Saint-Exupéry lo dejó olvidado en una bolsa de papel en casa de un amigo en Nueva York antes de regresar al ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, este tesoro literario se conserva en la Biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York, donde es considerado una pieza invaluable de la literatura universal.

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