Un descubrimiento reciente en torno a un planeta del tamaño de Saturno situado a 635 años luz de la Tierra ofrece una de las mejores pistas potenciales de que hay una exoluna orbitando exoplanetas en la Vía Láctea.
Esta posible luna, ofrece un espectáculo explosivo, expulsando materia volcánica y gases nocivos que luego se desvían hacia su vecindario estelar como la cola serpenteante de un cometa.
La posible evidencia de un satélite en erupción se describió el mes pasado en The Astrophysical Journal Letters. Los astrónomos llevan años observando un planeta hinchado llamado WASP-49 b.
Sin embargo, el nuevo artículo sostiene que una nube de sodio que zumba a su alrededor no procede del planeta. Podría haber sido creada por una luna compañera hipervolcánica que escupe 99.7 toneladas de este material cada segundo.
Búsqueda
La abundancia de lunas en nuestro propio sistema solar implica que sin duda existen exolunas. Pero como son tan diminutas, los investigadores han estado ideando formas de detectarlas indirectamente.
Las búsquedas de los últimos años han identificado varias candidatas prometedora. La nube que rodea a WASP-49 b ofrece el prospecto sólido más reciente: un satélite que puede parecerse a Io, la luna de Júpiter que es el mundo más volcánicamente activo de nuestro sistema solar.
“Yo diría que la señal de sodio es definitivamente intrigante, dada la forma en que parece danzar alrededor del planeta. Y una exoluna es una posibilidad apasionante”, dijo Jessie Christiansen, científica jefa del Instituto de Ciencias Exoplanetarias de la NASA, quien no participó en el estudio.
Los astrónomos identificaron miles de planetas en órbita alrededor de estrellas lejanas utilizando observatorios sofisticados, y hay algo que aún no han detectado con certeza: lunas alrededor de esos mundos.







