Poe: un mundo trágico, hondo y sublime

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Ciudad de México 23 de Mayo

Sin lugar a dudas uno de los más grandes escritores de todos los tiempos, lo es el bostoniano Edgar Allan Poe (1809-1849), quien a través de su pluma nos ha legado páginas de incontenible belleza, crudeza y realismo. También poeta, crítico literario y periodista, Poe inicia géneros de enorme aceptación por parte de los lectores, como el del género detectivesco o thriller. Sí, ya que antes del celebérrimo Holmes y del imperturbable Poirot, su inspector Dupin da inicio a este socorridísimo género que aún hoy en día, es el deleite de millones de lectores en todo el globo. Así mismo fue el primer intrépido escritor que decidió vivir de “tiempo completo” ejerciendo su oficio, lo cual, muy desafortunadamente para él, sólo le trajo miseria, hambre, alcoholismo e incomprensión. Y aquí me pregunto, no poco indignada, ¿por qué esta clase de genios ha de sufrir y padecer tantas limitaciones y carencias?

La obra de Poe influyó a los simbolistas franceses, así como a los surrealistas, y no menos importante fue su repercusión en el terreno fantasmal de la época victoriana del último tercio del siglo XIX. Poe trascendió en autores tan diversos como Baudelaire, Faulkner, Kafka, Lovekraft, Conan Doyle, Borges y Cortázar, por sólo citar algunos. Sus inquietudes emocionales e intelectuales lo llevaron también a los terrenos de la cosmología, la criptografía, así como el mesmerismo.

Alma atormentada por sí mismo, alma defraudada y abandonada por el destino, su destino, Poe tuvo que buscar sus compensadores en el vicio, en la soledad, en la terrible hambruna. Fallido en el amor, en la socialización diaria con sus congéneres, Poe es devastado por el peso de su realidad inmediata, misma que, paradójicamente, lo sublima y lo inmortaliza.

De entre sus obras, los relatos cortos (es considerado entre los tres mejores autores de este género en toda la Historia de la Literatura) descuellan sus

Narraciones Extraordinarias. Con un estilo cáustico, elegante y perfectamente bien estructurado, Poe sublima cada una de sus fallidas emociones encontradas, en medio de un mundo que él supone vacío y frívolo. También en su breve pero hermosa poesía encontramos páginas de verdadero talento y don creativo. Prueba de ello lo es su celebérrimo “El Cuervo”, obra que lo ha representado en escuelas secundarias, superiores, universidades, bibliotecas, museos, películas, posters, programas, documentales, caricaturas (como la que acompaña a este artículo), tazas, llaveros, entre otros artículos promocionales. Poe se convirtió así en una marca mercadológica exitosa y lucrativa, para hacer aún más contradictoria su vida y su legado.

Misteriosa como él mismo lo fue, su prematura muerte a la fecha no puede esclarecerse. Algunos críticos opinan que fue suicidio, otros más que su exacerbado alcoholismo lo llevó a la tumba; los hay quienes opinan que el hambre y su deteriorado cuerpo, no faltan los que sostienen que la melancolía y la tristeza lo mataron, y así casi hasta el infinito, sin saberse a ciencia cierta la razón por la cual dejara de existir este portento de las letras universales. Hijo huérfano, hijo adoptivo, solitario, bravucón, rebelde, romántico a pesar suyo; Poe seguirá irguiéndose como la poderosa voz atronadora que aún retumba en cada línea por él escrita.

Caricatura por: Alejandro Herrera Parra

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