Tolerancia, clave para viajar en el transporte público

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Metrobús

Ciudad de México, 7 de Jun-  Derivado del Hoy no circula el número de personas que utilizan el transporte público se ha incrementado y con ello los momentos incómodos.

Muchas personas utilizan el trasporte público como opción para llegar a sus destinos y esta situación ha complicado más el ya ineficiente servicio de transporte público.

Es verdad todo lo que se menciona sobre la ineficiencia del transporte público ya que es una molestia tener que esperar a que pasen no uno si no dos y a veces hasta tres unidades porque todas están llenas, considérate la persona más afortunada si vas sentado pero, ya que por fin tuviste la oportunidad de entrar, la cosa se pone mejor.

Como usuaria del trasporte público me he encontrado en situaciones bastante incómodas, y no estoy hablando de acoso, me refiero a discusiones entre mujeres, desde voltear los ojos, gritos y hasta golpes.

Las mujeres tenemos el privilegio, por así decirlo, de tener un espacio exclusivo en el metrobús y en el metro, pero al parecer es igual de peligroso que ir en los demás vagones. Algunas mujeres prefieren tomar los otros vagones para evitarse la molestia.

Aunque sí me han tocado situaciones de acoso por parte de hombres, es casi lo mismo que ir en el vagón de mujeres cuando algunas han tenido un mal día, o eso creo, y se comportan de manera grosera solo porque cuando frenaron las tocaste por accidente.

Me he encontrado comentarios en redes sociales, en cualquier noticia que contemple el tema de transporte público, de hombres quejándose del comportamiento de las mujeres. Es lamentable darse cuenta que algunos comentarios son ciertos sobre lo que pasa en el metro o metrobús. Exigimos respeto por los demás pasajeros pero ni siquiera nosotras somos capaces de tratarnos con cordialidad.

Finalmente cuando llegamos a nuestro destino, poder salir es una odisea. Es más factible salir viva de cualquier otra situación que de ahí. El problema se genera no solo con las personas que salen, también con las que entran, es una batalla en la que ninguna de las dos partes quiere perder.

Es importante recordar que todos tenemos prisa y queremos llegar a nuestro destino lo más pronto posible pero esto no nos exime de las reglas básicas de cortesía. Poco a poco nos convertimos en una sociedad indiferente hacia lo que le sucede a los demás, donde el respeto es inexistente, en cualquier transporte, durante las horas pico.

Pero no siempre la situación se torna mala en el vagón de mujeres, hay ocasiones en las que todas se ponen de acuerdo para poner orden. Es una maravilla darte cuenta, con una situación tan real, del poder del trabajo en equipo.

Esperar que el transporte público mejore es inútil, al menos por el momento eso no sucederá. Debemos de tener en cuenta que si tomamos el transporte público todos los días y conocemos de sus inconveniencias, deberíamos tener una actitud de paciencia y tolerancia con las demás personas, ya que la situación no va a cambiar, pero lo que si puede cambiar es nuestra actitud hacia ella.

 

Imagen vía Web

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