En un mundo marcado por transformaciones constantes, el arquitecto Daniel Esquenazi Beraha plantea su visión acerca de cómo la arquitectura del futuro se inclinaría hacia una renovación y profundidad humana.
Su enfoque dicta que se estaría rediseñando la forma en que las personas habitan los entornos urbanos, priorizando el bienestar integral mediante la integración armoniosa de espacios multifuncionales, personalización, automatización y sostenibilidad.
Para el también empresario, la arquitectura contemporánea ya no se limita a la simple construcción biológica y funcional, sino que debe volverse un catalizador de salud, confort psicológico y equilibrio emocional.
En sus palabras, los edificios del mañana serán entornos que respondan de manera activa a las necesidades individuales de sus ocupantes, facilitando experiencias significativas y adaptadas a cada usuario.
En ese sentido, el arquitecto también enfatiza la importancia que ha tomado el diseñar espacios que trasciendan los usos tradicionales.
“Las áreas comunes, como salas, oficinas o zonas de ocio, deberán transformarse según el momento del día o la actividad a desarrollar. Un salón de reuniones podrá convertirse en espacio de meditación, área de coworking o un entorno para práctica física ligera, dependiendo del perfil del usuario y su rutina” explica Daniel Esquenazi Beraha.
Asimismo, dicha flexibilidad, según expone el empresario mexicano, no solo dinamiza el entorno arquitectónico, sino que también genera un sentido profundo de pertenencia y empoderamiento.
Por esa razón, dice que la personalización es clave en dicha visión; ya que, cada individuo podría encontrar entornos configurados automáticamente según sus preferencias (del sector luz, sonido, temperatura, mobiliario móvil) todo dispuesto para optimizar su estado anímico y funcionalidad personal.
Automatización, innovación y sostenibilidad integrada
La automatización, combinada con inteligencia artificial y sistemas domóticos avanzados, jugará un papel central; de ahí que, la estructura arquitectónica del futuro responderá a través de sensores, algoritmos predictivos y robótica ligera, adaptando continuamente la disposición espacial, condiciones ambientales y recursos, señala Daniel Esquenazi Beraha.
“Y de ese modo, un usuario que retorna cansado o estresado encontrará su ambiente preparado para ofrecer relajación o estímulo según corresponda” acota el arquitecto.
Por otro lado, estas tecnologías también facilitarán la eficiencia operativa, al ajustar en tiempo real el consumo energético, la distribución del agua o la calidad del aire, optimizando recursos y mejorando la salud de los ocupantes.
El empresario subraya que las edificaciones del mañana también deberán ser verdes desde su diseño, incorporando materiales ecoeficientes, energías renovables, diseños bioclimáticos y sistemas de ciclo cerrado para agua y residuos.
Pero, más allá de eso, su innovación tecnológica reforzará esa sostenibilidad, toda vez que sea apostará por automatismos que regulan la iluminación natural, techos verdes modulables, sistemas de captación y reutilización de agua, y fachadas que varían su permeabilidad térmica según la estación.
Daniel Esquenazi Beraha anticipa un cambio de paradigma, donde la edificación sea un entorno que priorice el bienestar humano, que se adapte de forma fluida a los ritmos de vida, promueva la salud física y mental, y lo haga sin renunciar al compromiso con la innovación tecnológica y la preservación ambiental.







