Daniel Esquenazi Beraha analiza cómo evoluciona la arquitectura gótica

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Daniel Esquenazi Beraha analiza cómo evoluciona la arquitectura gótica
Daniel Esquenazi Beraha analiza cómo evoluciona la arquitectura gótica

La arquitectura gótica, con sus arcos apuntados y característicos vitrales, marcó un hito en el diseño europeo del siglo XII y dejó un legado que llegó a México, donde fue reinterpretado en edificaciones de estilo neogótico. Este enfoque estético, adaptado a un contexto local, ha enriquecido el patrimonio arquitectónico nacional y sigue siendo relevante hoy en día, expone Daniel Esquenazi Beraha, arquitecto y experto en diseño.

 

En la Ciudad de México, se pueden observar ejemplos notables como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, cuya fachada emula la catedral de Notre Dame, y la Parroquia de la Sagrada Familia, obra de los arquitectos Manuel Gorozpe y Miguel Rebolledo.

 

Además, se pueden encontrarse otros edificios que ilustran esta herencia, como el Santuario Nacional de María Auxiliadora, cuya construcción se prolongó por más de cinco décadas, y la Parroquia del Santo Niño de la Paz, conocida como la Iglesia de Praga por su inspiración en la arquitectura alemana del siglo XIX.

 

Un caso singular es la Casa de las Brujas, el primer edificio de departamentos de estilo neogótico en la Ciudad de México, construido en 1908 por el ingeniero R. A. Pigenon.

 

Esquenazi Beraha observa este edificio como una muestra de cómo el estilo gótico mantiene su relevancia y capacidad de adaptación, aún en entornos urbanos y modernos, consolidando su lugar en la historia arquitectónica mexicana.

 

El interés por preservar y restaurar estas edificaciones ha motivado una inversión considerable por parte de la Secretaría de Cultura, que en la última década ha destinado más de 1,200 millones de pesos para la restauración de estructuras con valor histórico, como aquellas de estilo neogótico.

 

Un ejemplo es el Museo Británico Americano, anteriormente conocido como la Antigua Christ Church, que hoy sigue operando como centro cultural, permitiendo a la comunidad disfrutar de un espacio que preserva y revaloriza su arquitectura original.

 

“La arquitectura gótica recuerda que cada edificio y cada detalle ornamental cuentan una historia que vale la pena preservar y apreciar”, señala Daniel Esquenazi Beraha.

 

La influencia de la arquitectura gótica, sin embargo, no se limita a la restauración de edificios antiguos. En el diseño arquitectónico contemporáneo, se observa una creciente tendencia hacia la incorporación de elementos neogóticos, desde la reinterpretación de fachadas hasta la inclusión de detalles ornamentales en interiores modernos.

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