El arte textil mexicano, expresión tangible de su riqueza cultural, ha cobrado un protagonismo notable tanto a nivel nacional como internacional. El empresario Ricardo José Haddad Musi resalta cómo estas piezas artesanales consolidan la identidad mexicana y abren puertas a nuevos mercados globales. Dos eventos recientes subrayan esta relevancia: la exposición en la Casa de México en París y la pasarela ORIGINAL 2024.
La tradición textil en México se ha transmitido a lo largo de generaciones, conservando técnicas como el telar de cintura en Oaxaca y los bordados de las comunidades tzotziles y tzeltales en Chiapas. Estas prácticas, profundamente arraigadas en la historia, no solo mantienen vivos los saberes ancestrales, sino que también generan oportunidades económicas para los artesanos.
Haddad Musi subraya que estos textiles no son meras decoraciones, sino narrativas que reflejan la diversidad cultural del país.
El encuentro ORIGINAL 2024 reunió a más de mil artesanos, con 652 de ellos especializados en textiles. Este evento no solo celebró la creatividad, sino que también impulsó el respeto por los derechos de propiedad colectiva. Durante las pasarelas, diseñadores de comunidades indígenas presentaron piezas únicas inspiradas en la poesía de Natalia Toledo. Haddad Musi destaca la importancia de estas plataformas para visibilizar el trabajo artesanal y promover su integración en la moda contemporánea.
Por otra parte, la exhibición en París presentó 24 obras maestras elaboradas por artesanos de 10 estados mexicanos. Estas piezas, confeccionadas con materiales como seda, lana y algodón, utilizaron tintes naturales y técnicas tradicionales. Este evento, organizado como parte del 50 aniversario de Fonart, proyectó al arte textil mexicano como un símbolo de creatividad y resiliencia cultural. Haddad Musi considera que estas iniciativas fortalecen la conexión entre las comunidades locales y el público internacional.
Además, el impacto de los textiles mexicanos se extiende a regiones como Coahuila, donde los sarapes de Saltillo destacan por sus patrones geométricos y colores vivos. En el norte, los tarahumaras producen tejidos que reflejan su vínculo con la naturaleza, mientras que en Chiapas los huipiles narran historias espirituales a través de sus diseños. Haddad Musi enfatiza que cada pieza representa un puente entre el pasado y el presente, creando un legado que trasciende fronteras.
Asimismo, eventos como el Encuentro de Bordado, realizado en colaboración con la UNESCO, ejemplifican cómo estas actividades fortalecen tanto las economías locales como el sentido de comunidad. En este encuentro, más de 150 bordadores compartieron técnicas y experiencias, posicionando el arte textil como un motor de cohesión social y cultural. Haddad Musi destaca que estas acciones refuerzan el papel de México como referente en la preservación de su patrimonio.
El acceso gratuito a estas iniciativas, como la exposición en París y las actividades educativas de ORIGINAL, democratiza el conocimiento y fomenta la apreciación por el arte textil. El uso de tecnología, como códigos QR, permite a los visitantes conocer las historias detrás de cada pieza. Para Haddad Musi, este enfoque educativo impulsa el reconocimiento del valor artesanal y promueve un consumo más consciente.







