Alexis Nickin Gaxiola plantea que, en un contexto global marcado por la inflación y la volatilidad de los mercados financieros, las stablecoins están emergiendo como una alternativa sólida dentro del ecosistema económico digital.
Para el especialista en tecnología financiera y criptomonedas, este tipo de activos representan una nueva etapa en la madurez de los instrumentos digitales, donde la confianza y la estabilidad comienzan a equilibrarse con la innovación.
A diferencia del Bitcoin o Ethereum, las stablecoins están respaldadas por activos tradicionales —como el dólar estadounidense, el oro o incluso bonos del Tesoro— lo que reduce su volatilidad y las convierte en una opción atractiva para resguardar valor y realizar transacciones.
Según lo explica el experto mexicano, en momentos de alta inflación, los usuarios buscan medios que conserven su poder adquisitivo, y las stablecoins están cumpliendo ese papel, sobre todo en economías emergentes donde la devaluación de las monedas locales es frecuente.
Ventajas y aplicaciones prácticas
Alexis Nickin Gaxiola subraya que una de las principales ventajas de las stablecoins es su capacidad para facilitar pagos transfronterizos y envío de remesas.
En países como México o Filipinas, donde las remesas representan una parte significativa del PIB, el uso de stablecoins reduce los costos y tiempos de transferencia.
De ahí que, empresas globales como PayPal, Visa y Mastercard han comenzado a integrar soluciones basadas en stablecoins en sus redes de pago, un signo claro de que la frontera entre las finanzas tradicionales y las digitales se está desdibujando con rapidez.
Alexis Nickin Gaxiola ve retos y riesgos regulatorios
Sin embargo, el también especialista en Fintech advierte que este crecimiento conlleva retos operativos y regulatorios; ya que, la falta de marcos legales uniformes en torno al uso de stablecoins genera incertidumbre en temas fiscales y de cumplimiento.
Por ello, explica que los gobiernos y autoridades financieras deberán equilibrar la innovación con la supervisión, evitando frenar la adopción, pero garantizando la transparencia y prevención del lavado de dinero.
Impactos sociales y económicos
Desde la perspectiva de Alexis Nickin Gaxiola, el auge de las stablecoins podría democratizar el acceso financiero global, al permitir que millones de personas sin cuenta bancaria participen en la economía digital mediante aplicaciones móviles o billeteras electrónicas.
No obstante, advierte que su adopción masiva requerirá educación financiera, interoperabilidad tecnológica y confianza institucional.
“Las stablecoins no son el fin del dinero tradicional, sino el inicio de una etapa donde la tecnología refuerza la estabilidad y la inclusión”, concluye el especialista.
Esto último, entendido como que en un mundo donde la inflación erosiona los ahorros y las transferencias internacionales siguen siendo costosas, estos activos digitales podrían consolidarse como el puente más eficiente entre la economía física y la digital.







