Trump otorgó a agentes de la DEA y servicio de alguaciles permiso para detener a inmigrantes en escuelas o sus alrededores.
Tanto la administración del partido republicano como la del partido demócrata consideran a las escuelas, las guarderías, las iglesias y los hospitales como áreas “sensibles” o “protegidas”.
Inmigrantes en peligro
Pero los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos anunciaron el martes que habían derogado la última versión del memorándum, emitida por la administración de Biden en 2021.
Pero en una declaración, un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglos en inglés) dijo que el Secretario Interino Benjamine Huffman firmó una directiva el lunes que revoca una política de áreas “sensibles”.
El portavoz dijo que esta acción podría ayudar a las autoridades federales a hacer cumplir leyes de inmigración. También a atrapar a los criminales que han ingresado al país ilegalmente. Los agentes de inmigración encargados de hacer que se cumpla la ley deberán utilizar el “sentido común”.
“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados”, dice su declaración.
Endurece leyes migratorias
Desde la reelección de Trump, observadores anticiparon la eliminación de la política que considera ciertas áreas como “sensibles” con respecto a la aplicación de las leyes de inmigración.
A mediados de diciembre se publicaron noticias que indicaban que la administración entrante de Trump planeaba derogar esa política. Desde ese entonces, las escuelas se prepararon ante la posibilidad de que los agentes de inmigración toquen sus puertas.
Inclusive antes de que existiese esta política, no se llevaban a cabo redadas migratorias masivas en las escuelas. Pero estos cambios de políticas por parte de Trump permiten que los agentes de inmigración detengan a los padres cuando están llevando o retirando a sus hijos.
Los defensores por los derechos de los inmigrantes temen que esto resulte en un aumento en ausencias entre los niños que tienen padres inmigrantes. Ellos ahora temen ser detenidos por agentes de inmigración, llevando a pie o conduciendo a sus hijos a la escuela.
