Un equipo dirigido por la NASA hizo una nueva serie de observaciones del planeta conocido como K2-18b, que se encuentra a 124 años luz de la Tierra. Esta vez se tiene una imagen más clara del planeta.
Y se confirmó la presencia de agua, quizá incluso en forma de un océano líquido.
Observaciones
Sin embargo, las nuevas observaciones no lograron confirmar la existencia de vida. En el estudio original, el equipo de Cambridge apuntaba que K2-18b parecía tener en su atmósfera un gas que en la Tierra solo producen los seres vivos. El estudio de la NASA no encontró evidencias convincentes ni siquiera de la presencia de ese gas.
Además, el equipo sostiene que, incluso si el gas estuviera presente en K2-18b, podría haberse formado por simples procesos químicos. Lo que antes parecía una pista prometedora de vida —lo que se denomina como una ‘biofirma’— podría no ser más que un espejismo.
“Una conclusión clave es que las biofirmas van a ser difíciles, independientemente del tipo de planeta del que estemos hablando”, explicó Jacob Bean, astrónomo de la Universidad de Chicago, quien no participó en el estudio.
El equipo de la Nasa, en colaboración con el líder del grupo de Cambridge, publicó sus nuevos resultados en internet la semana pasada. Los científicos enviaron el estudio a una revista científica para su publicación.
Cómo identifican los exoplanetas?
Los planetas que orbitan otras estrellas son tan tenues que los astrónomos deben descifrar pistas sobre ellos; por ejemplo, observando cómo bloquean la luz de su estrella cuando pasan por delante de ella.
Los primeros estudios sobre estos exoplanetas revelaron que muchos son más grandes que la Tierra, pero más pequeños que los planetas gigantes de nuestro sistema solar exterior.







