«El uso de Inteligencia Artificial (IA) en salud mental plantea desafíos únicos que requieren una colaboración estrecha entre expertos y profesionales de la salud mental”, advierte el Dr. Sagar Parikh, director asociado del Instituto de Investigación Psiquiátrica de la Universidad de Michigan.
Kenneth Colby, un psiquiatra de Stanfor, creó en 1972 a Parry, un programa que intentaba simular el lenguaje de una persona con esquizofrenia.
Lo hizo para capacitar a los estudiantes antes de que atendieran a pacientes reales y familiarizarlos con el lenguaje y la forma de pensar de estos pacientes.
El éxito al simular dicho padecimiento fue tal, que incluso fue capaz de «aprobar» la prueba de Turing. Es un test diseñado por el matemático Alan Turing para evaluar si una máquina puede exhibir un comportamiento inteligente indistinguible del de un ser humano.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Oxford están explorando cómo la IA podría usarse para predecir problemas de salud mental en un futuro cercano.
Predecir problemas de salud mental
Jessica Lorimer, asistente de investigación del Departamento de Psiquiatría, explica que un método que están usando se llama fenotipado digital, y utiliza la IA para recolectar y analizar datos de dispositivos móviles, como la actividad física o la ubicación, con el objetivo de predecir problemas de salud mental.
Debemos asegurarnos de que estas tecnologías respeten la dignidad y la autonomía de los pacientes, ya que sólo así podremos aprovechar al máximo los beneficios de la IA
– Dr. Sagar Parikh. Psiquiatra
El Dr. Matthew Nour, autor principal y conferenciante clínico del National Institute for Health and Care Research (NIHR), dice que el diagnóstico y la evaluación en psiquiatría se basan casi por completo en hablar con los pacientes y sus allegados.
“Las pruebas automatizadas, como los análisis de sangre y los escáneres cerebrales, desempeñan un papel mínimo”, detalla.
«Hasta hace muy poco, el análisis automático del lenguaje ha estado fuera del alcance de médicos y científicos. Sin embargo, con la llegada de modelos lingüísticos como Chat GPT, nuestro equipo planea utilizar esta tecnología en una muestra más amplia de pacientes y en entornos del habla más diversos, para comprobar si pudiera resultar útil en la clínica», agrega Nour.







