Ciudad de México, 22 Jun.- Después de la consumación de la Independencia de México, el territorio de Texas quedó enmarcado en la provincia de Coahuila y Texas, con capital en Saltillo; muchos kilómetros al sur de la antigua capital tejana, San Antonio Béjar.
El gobierno virreinal, firmó un convenio con los colonos en Texas, otorgándoles una concesión para poblarla, pero el gobierno independiente no reconoció el acuerdo.
Por eso, Stephen Austin viajó a la Ciudad de México, y tras una labor de tres años, la concesión española fue aceptada gradualmente. En los años siguientes, trabajaron juntos para llevar más colonos a Texas.
Cada uno de los colonos sería dotado con cerca de 16 km² de terreno. La colonia floreció y hacia 1829 tenía una población de 18 mil personas; se lee en Wikipedia.
La “colonia” encabezada por los Austin, de Texas crecía cada día en importancia numérica, en poder económico, así como en la búsqueda del “conflicto” que le llevase a la separación política de México y su incorporación a los E.U.
Reventó la discrepancia entre mexicanos y texanos, éstos, decididos a la separación de México, por lo que Antonio López de Santa Anna declaró la rebeldía y con una columna de seis mil hombres, llegó a San Antonio de Bejar el 23 de febrero de 1836, donde las fuerzas mexicanas y texanas se enfrentaron durante 13 días en la batalla del Álamo, saliendo victoriosos los mexicanos.
Tras una serie de triunfos en el fuerte de El Álamo y en la plaza de San Antonio, Santa Anna, acampó cerca del Río San Jacinto y anunció que dormiría una siesta y dio permiso a la tropa que hiciera lo mismo.
Fueron sorprendidos por los estadounidenses y el Presidente militar de México huyó, pero poco después cayó preso, por lo que accedió a la firma de los Tratados de Velasco, el 14 de mayo de ese mismo año.
Por la derrota a manos de Samuel Houston, en el río San Jacinto, se obligó a Santa Anna a la firma del Tratado de Velasco, en la que reconocía la separación de Texas; estuvo con él en el acto, Juan Nepomuceno Almonte, quien jamás habló del hecho e intentó guardar en secreto su presencia en ese evento y guardó en silencio su complicidad, pero el suceso no escapó a la historia, para constatar que compartió con Santa Anna, el hecho vergonzoso de entregar parte del territorio nacional.
Continuará…