Ciudad de México 20 de Mayo
Desconocido por la inmensa mayoría de las personas, Juan Huarte de San Juan, es el verdadero precursor de la grafología.
Está demostrada la relación existente entre personalidad, conducta, nivel intelectual, temperamento y carácter, tanto en la letra como en muchísimos aspectos conductuales más. Por ello mismo, se analizan la firma y la rúbrica, los números, los dibujos y los garabatos.
Todo esto resulta ser un espejo completo del consciente y del inconsciente, de las ambiciones y de los potenciales personales, y de todas aquellas cualidades y características inherentes que hacen a cada ser humano único e irrepetible.
El llamado análisis grafológico fidedigno y realizado en profundidad, requiere alto grado de confidencialidad. Profesionales de otras disciplinas y campos profesionales como la Psicología y la Criminología, incorporan continuamente ésta técnica para corroborar y confirmar sus pericias o conclusiones.
Te comparto algunas consideraciones a destacar:
- Que la escritura se relaciona con los rasgos de la personalidad, ya que se descubren las capacidades artísticas e imaginativas.
- Que la “linda letra” o escritura caligráfica, según el modelo aprendido, no necesariamente indica elevado nivel cultural o una personalidad evolucionada.
- Que no es fácil “cambiar la letra” para despistar a un posible observador grafólogo.
- Que la escritura que se ha modificado en relación al modelo infantil aprendido inicialmente, se debe a acciones de la fuerza del subconsciente y transmite la personalidad del autor.
- Que la escritura modélica no es exponente de una personalidad desarrollada.
- Que el cambio de escritura a efectos grafo terapéuticos exige mucha paciencia, tiempo y entrenamiento, hasta suplantar los rasgos “deficientes” por los rasgos “eficientes”.
Estos, entre otros aspectos, dan sentido y poder a este fascinante mundo de la Grafología. Profundiza más en esta ciencia y trata de analizar tu propia letra.
Será muy divertido y revelador.