Carlos Raphael de la Madrid nos cuenta los matices del FICM

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Ciudad de México, 22 Nov.- En la decimocuarta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el más importante entre los realizados en México, pudimos observar una de las propuestas más completas, estimulantes y con una programación de excelencia, que ha terminado de posicionar al festival como equivalente al Festival de Toronto, ya que, de acuerdo con Carlos Raphael de la Madrid, consigue reunir las mejores propuestas.

El FICM se inauguró con Neruda, la película más reciente de Pablo Larraín, que fue estrenada en el Festival de Cannes 2016, película que relata el momento en que el poeta y activista fue senador y confronta al gobierno de Chile, por lo que se convierte en un símbolo de libertad, además de la leyenda literaria que sus poemas nos dejaron.

La programación de FICM consistió en 60 cortometrajes, 14 documentales, 17 obras michoacanas y 15 largometrajes de cineastas provenientes de distintos lugares del territorio mexicano, además de forma paralela se publicó la selección de cortometrajes en línea: 34 trabajos que podemos ver en la página web: www.seleccionenlineaficm.com.

Por otro lado, se estrenaron en México los títulos más notables del pasado festival de Cannes como: Bacalaureat, de Cristian Puiu; Elle, de Paul Verhoeven, y Sieranevada, de Cristian Mungiu  y también La La Land, de Damien Chazelle que fue estrenada en el pasado festival de Toronto.

La sede del FICM, como cada año fueron las salas de Cinépolis Centro que han demostrado ser insuficientes para la cantidad de gente que acude al festival, pues se ha convertido en un encuentro tan popular que este año la mayoría de los boletos estaban agotados debido a las ventas en línea, antes de que comenzara el festival. El reto para festivales a futuro es contar con una sede más amplia, que permita albergar a los miles de espectadores que acuden a disfrutar del excelente programa que caracteriza al festival.

El FICM, al igual que otros festivales de arte y cultura, son los mejores indicadores para conocer las tendencias, la creatividad, el ingenio, pero también los alcances y limitaciones de las producciones nacionales. Este año, la ficción fue ensombrecida por los documentales, donde imperó la crudeza del realismo social que vivimos en la actualidad y, al parecer, ha impactado a los cineastas mexicanos.

Si bien no profundizaremos en las obras presentadas, destacamos el trabajo metafórico y fantástico de “Las Tinieblas” de Daniel Castro Zimbrón, de “Tenemos la Carne” de Emiliano Rocha Minter y “La región salvaje” de Amat Escalante: tres películas que incursionaron en facetas muy oscuras de la realidad social actual, como el ámbito rural represivo en la obra de Escalante o el inframundo dantesco de Rocha.

Con el FCIM, Morelia se ha convertido en una ciudad de reconocimiento nacional e internacional, que cada año recibe a miles de visitantes en busca de las más recientes expresiones artísticas.

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