Rescatan a Pompeyo; su amo murió dentro de la camioneta donde ambos vivían

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Pompeyo y su amo vivían en una camioneta sobre el camellón Plutarco Elías Calles en la alcaldía Benito Juárez. Pero su dueño falleció y este perrito estuvo junto a él hasta el último minuto.
Rescatan a Pompeyo; su amo murió dentro de la camioneta donde ambos vivían

Pompeyo y su amo vivían en una camioneta sobre el camellón Plutarco Elías Calles en la alcaldía Benito Juárez. Pero su dueño falleció y este perrito estuvo junto a él hasta el último minuto.

La zona fue acordonada por efectivos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC). A las once de la mañana se prendió una veladora cerca donde habría fallecido el hombre de la tercera edad.

Dentro de la camioneta se observaba que Pompeyo forcejeaba y rasgaba las vestiduras de los asientos para acercarse a su dueño, pero una barrera de bultos de ropa y una valla de metal le impedían llegar hasta él.

A las 2:30 de la tarde arribaron los peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, quienes con el intento de ayuda de los policías del sector Nativitas lograban tranquilizar al perro, mismos que le ofrecían salchichas y agua, pero éste les impedía laborar.

Vivía con su perro

Declaraciones de los vecinos señalan que un hombre conocido por todos de la colonia Ermita deambulaba junto a su mascota, un perro de la raza pastor alemán desde hace varios años.

Ambos pasaban las noches y tardes, aparentemente dentro de una camioneta color arena sobre el andador de Plutarco Elías Calles y el Eje 8 Sur Ermita, límites de las alcaldías Benito Juárez e Iztapalapa.

Un testigo de la colonia Ermita dijo que ya era un hombre grande y  se la pasaba todo el día con Pompeyo y en su casa, si así le podemos decir al carro. «Lleva varios años aquí y nos contaba que él era artista”, comentó.

El pasado 14 de febrero, los colonos escucharon los llantos y ladridos del animal en la parte trasera del vehículo, mientras que el hombre de 65 años estaba al frente en el lugar del conductor, cuando se acercaron y descubrieron que él ya no respondía.

Pronto se contactaron con los equipos de emergencia quienes arribaron y de un cristalazo auxiliaron al hombre quien ya no contaba con signos vitales.

“Era muy conocido entre nosotros porque le gustaba pasear con su perro y a veces lo veías juguetear toda la noche con Pompeyo”, expuso la vecina Ana María.

 

 

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