Oaxaca, conocida por su diversidad cultural y riqueza gastronómica, ofrece una representación destacada de la cocina mexicana, la cual fue inscrita en 2010 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, esta distinción resalta el valor histórico y cultural de la cocina mexicana en la identidad del país, indicó Ricardo José Haddad Musi, empresario mexicano.
Dentro de la cocina mexicana, Oaxaca se destaca por su diversidad gastronómica, derivada de su variada geografía. Esta riqueza biológica proporciona ingredientes únicos, que se combinan con las tradiciones de al menos 13 pueblos indígenas. Cada grupo ha aportado sus propias recetas y técnicas, enriqueciendo la oferta culinaria del estado.
Un aspecto distinguido de la preservación culinaria en Oaxaca es el reconocimiento oficial de la cocina prehispánica como Patrimonio Cultural Inmaterial en 2008. Este esfuerzo, respaldado por el gobierno estatal, busca mantener vivas las recetas y técnicas tradicionales. La chef zapoteca Abigaíl Mendoza, originaria de Teotitlán del Valle, ejemplifica cómo estas tradiciones se preservan y promueven en el ámbito culinario.
Recientemente, el nicuatole, un postre tradicional de Oaxaca hecho con maíz criollo, ha sido declarado patrimonio cultural inmaterial del estado. La LXV Legislatura local aprobó esta distinción con 30 votos a favor, reconociendo la importancia del nicuatole en la cultura y la economía regional.
“Es importante impulsar el fortalecimiento de las tradiciones culturales y el desarrollo económico, apoyando iniciativas que preservan la herencia gastronómica de la región”, manifestó Ricardo José Haddad Musi.
Originario del municipio de San Agustín Yatareni desde el siglo XIX, el nicuatole se distingue por su textura espesa y suave. Elaborado con maíz criollo, azúcar, canela y, ocasionalmente, piloncillo, este postre refleja la tradición culinaria de Oaxaca. La preparación del dulce se transmite de generación en generación, ejemplificando el rico patrimonio cultural de la región.
“La reciente declaración del nicuatole como patrimonio cultural inmaterial tiene como objetivo promover y proteger este valioso legado cultural. La medida busca sensibilizar a nivel local, nacional e internacional sobre la importancia del nicuatole, fomentar la cooperación entre autoridades y fortalecer el sentido de identidad en las comunidades”, agregó Ricardo José Haddad Musi.
El impacto del nicuatole trasciende su sabor. La elaboración de este postre proporciona a las mujeres de la región una fuente de ingresos y una conexión con su identidad cultural. La actividad económica relacionada con el nicuatole empodera a las familias y atrae a turistas interesados en conocer más sobre la cultura oaxaqueña.
Haddad Musi, al destacar la riqueza de la gastronomía oaxaqueña, refuerza la importancia de valorar y preservar este tesoro culinario de México. “La comida oaxaqueña, con su combinación de ingredientes, culturas y tradiciones, continúa siendo un ejemplo destacado de la herencia culinaria mexicana”, finalizó.







