Grupo AJE nació hace 35 años en Ayacucho, Perú, bajo ideales de liderazgo y visión para con la familia, la comunidad y el planeta; de ahí que, rápidamente se convirtió en un reflejo del espíritu ingenioso y perseverante de dicha nación latinoamericana, así como la de sus fundadores, quienes portan con orgullo sus raíces y riqueza ancestral.
No obstante, a partir de enfocar los esfuerzos en trabajar la tierra y cosechar frutos para ofrecer un producto que en la década de los ochenta escaseaba en el Perú por temas geopolíticos y sociales, fue que la empresa a la par de su evolución cimentó su crecimiento en su compromiso y armonía con el medio ambiente, devolviéndole a la tierra los favores recibidos.
Para 1988, la compañía de bebidas alcanzó un nuevo nivel, pero no por ello abandonó su visión de sostenibilidad, la cual más tarde encaminaría hacia una “revolución natural”, liderando y otorgando valor a la biodiversidad y el legado cultural de las naciones hasta donde se instaló, incluido México a través de AJEMEX.
Cabe destacar que, pese a la transformación y a los alcances logrados, la multinacional peruana ha mantenido bien definidos sus tres pilares fundamentales: generar un beneficio social, ofertar productos de calidad a un precio justo y regirse por el eje de la sostenibilidad de manera integral.
Por ello, Grupo AJE estableció como su sello, conservar a lo largo de su existencia su compromiso con el medio ambiente y la naturaleza; reforzando dicho concepto a partir de 2015, cuando oficialmente conformó su división de sostenibilidad, dando apertura a un sin fin de posibilidades al generar alianzas, y crear vínculos de valor tanto con comunidades originarias, como con asociaciones y otros actores de la industria.
Asimismo, la empresa sudamericana también se dio a la tarea de crear soluciones en favor del medio ambiente, para generar conciencia sobre el carácter invaluable que tienen los bosques, las selvas, los ecosistemas en conjunto, permitiendo a su vez desplegar importantes acciones de conservación a nivel global y promoviendo un modelo de sostenibilidad integral.
En este sentido, Grupo AJE colabora con las comunidades amazónicas, quienes son verdaderos guardianes del ecosistema en Perú y que compartan no solo con la empresa, sino con el mundo, el valor de los superfrutos y de la Amazonía.
De acuerdo con testimoniales de voceros de la multinacional, Grupo AJE a través de su marca AMAYU protege más de 4.5 millones de hectáreas de bosque amazónico en Perú, gracias a las cadenas de valor sostenibles basadas en los superfrutos.
Esto último es importante porque, desde 2017 la empresa de bebidas peruana ha comprado más de 1 millón 300 mil kilogramos de frutos a 22 comunidades amazónicas, generando ingresos directos para más de 200 familias locales, e incluso, expandiendo dicho beneficio a comunidades ecuatorianas y colombianas.
Sin embargo, los esfuerzos en la materia no paran ahí; Grupo AJE apunta a seguir buscando estrechar lazos en los lugares donde reside la compañía y sus marcas, lo cual ha visto frutos al colaborar en proyectos como la conservación de los acueductos en Nazca en Borobudur, Indonesia; en Angkor en Camboya; en Tailandia; en Guatemala e incluso en México, mediante el cuidado a la Biosfera Maya y en las playas en Tulum, Quintana Roo.







