Los desastres naturales plantean un desafío constante en todo el mundo, y México no es una excepción. La respuesta gubernamental al devastador huracán “Otis” en Acapulco, Guerrero, ha revelado una falta de preparación del estado para estas situaciones, según Felipe Fernando ‘Felifer’ Macías Olvera, presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados.
Aproximadamente cinco días después del impacto de “Otis”, los residentes de Icacos, 20 de noviembre, y los comerciantes de La Diana expresaron su frustración debido a la demora en la llegada de la ayuda gubernamental. La escasez de productos esenciales, como pañales y víveres, se ha convertido en una preocupación apremiante para las familias con niños enfermos.
El diputado federal indicó que en comparación con desastres anteriores, el Gobierno Federal presenta una notoria disparidad en la velocidad de respuesta y atención a los damnificados. “En el pasado, los camiones con asistencia llegaban de manera oportuna, pero la percepción actual es completamente opuesta”, indicó Felifer Macías.
Felifer Macías, destacó también que la reacción del presidente al minimizar la amenaza de “Otis”, haciendo caso omiso de las advertencias del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, es claro ejemplo de la falta de empatía, que también se ha visto reflejada en la falta de respuesta y la ausencia de comunicados del presidente hasta siete horas después del impacto de “Otis” en Acapulco.
Laura Velázquez Alzúa, directora nacional de Protección Civil, también ha sido objeto de críticas por no alertar al presidente sobre la gravedad de “Otis”. Velázquez, licenciada en Historia y Arte, dejó en claro que carece de experiencia en Protección Civil.
“El contraste con la actuación de gobiernos anteriores es evidente. Los Presidentes tomaban medidas inmediatas y efectivas en respuesta a desastres naturales, llegando a las zonas de desastre lo más rápido posible”, mencionó el diputado federal panista.
“Las imágenes y testimonios de los habitantes de Acapulco reflejan un paisaje de devastación: inundaciones masivas, árboles derribados y saqueos descontrolados han sumido a la población en un caos difícil de contener. Los hoteles costeros, antes símbolos de un Acapulco exitoso, se encuentran en un estado desolador”, agregó.
Este escenario ha desencadenado un debate político en México sobre la capacidad del gobierno para afrontar desastres naturales, avivando la controversia en torno a la eliminación del Fonden en 2020.
“La tragedia desencadenada por el huracán “Otis” en Acapulco ha expuesto la falta de previsión y una respuesta inadecuada por parte del gobierno mexicano. Esto subraya la necesidad apremiante de un enfoque más sólido y una asignación de recursos más responsable en la gestión de desastres naturales”, enfatizó Felifer Macías.
La reinstauración del Fonden se erige como un punto central en el discurso político, ya que este instrumento ha sido crucial en la asignación de recursos en momentos de crisis.
“En un país propenso a desastres naturales, la eficacia de la respuesta gubernamental se convierte en una cuestión de vital importancia. Esta controversia sobre el Fonden resalta la necesidad de encontrar un equilibrio adecuado entre la eficiencia en el gasto y la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia”, agregó.
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