Con solo cinco años restantes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU, el progreso global enfrenta desafíos significativos. Según el Informe 2024 sobre los ODS, apenas el 17 % de las 169 metas están en camino de cumplirse para 2030. En este contexto, el sector inmobiliario emerge como un actor clave para acelerar los cambios necesarios, explica Roberto Guzmán García, experto en finanzas.
La industria inmobiliaria afecta directamente cómo las personas construyen, habitan y trabajan. Este impacto la posiciona como un área estratégica para promover la sostenibilidad global. Inversiones en prácticas responsables, uso de energías renovables y urbanización eficiente pueden contribuir significativamente al cumplimiento de metas relacionadas con energía limpia (ODS 7) y comunidades sostenibles (ODS 11).
Guzmán García destaca que herramientas como el Green Buildings Tool permiten evaluar y mejorar el desempeño ambiental de los proyectos inmobiliarios.
El diseño de edificaciones eficientes y la incorporación de tecnologías avanzadas, como paneles solares o sistemas de gestión inteligente, ayudan a cumplir el ODS 7, que busca garantizar energía accesible y limpia. Por otro lado, el ODS 11 promueve ciudades inclusivas y resistentes. Guzmán García observa que iniciativas enfocadas en vivienda accesible y planificación urbana con espacios verdes mejoran la calidad de vida y fortalecen a las comunidades frente a retos climáticos.
El sector también contribuye al ODS 12 mediante la adopción de materiales sostenibles, la reducción de residuos y la economía circular. Estas prácticas disminuyen el impacto ambiental y optimizan recursos. “La innovación no es solo un requisito para competir, es una necesidad para cumplir con la agenda global de sostenibilidad”, comenta Guzmán García, quien enfatiza la importancia de certificaciones como LEED para validar el compromiso ambiental.
Aunque la industria ha implementado iniciativas relevantes, los retos persisten. Guzmán García señala que los desarrollos deben cumplir con estándares más rigurosos, como materiales de baja emisión y modernización de inmuebles existentes. Según datos de la ONU, los edificios generan cerca del 40 % de las emisiones globales de carbono, una cifra alarmante que requiere acciones inmediatas.
En palabras de Roberto Guzmán García, “el sector tiene la oportunidad de liderar el cambio. Cada proyecto debe considerar cómo afecta a las comunidades y al planeta”.
El sector inmobiliario, con su influencia directa en el consumo energético, el desarrollo urbano y la gestión de recursos, puede transformar el futuro. Proyectos que prioricen prácticas responsables no solo responderán a las demandas actuales, sino que contribuirán significativamente a los objetivos globales. Este compromiso posiciona a la industria como un catalizador de cambio hacia 2030.
