Desde su llegada a México en 2002, la bebida gaseosa de AJEMEX, Big Cola, revolucionó el mercado nacional con su presentación de 3.3 litros y su precio de $17 pesos, lo que la llevo rápidamente a posicionarse en el gusto de los consumidores.
Y si bien, la conexión existente con el mercado mexicano es notable, cabe destacar que, tanto la empresa como la bebida de cola son originarias de Sudamérica, donde emergieron en 1988 y en pocos años iniciaron su plan de expansión global, logrando lo que ninguna otra marca latina de bebidas había logrado.
Actualmente, Big Cola tiene presencia en 20 países de cuatro regiones del planeta: América del Norte y Centroamérica (México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá); América del Sur (Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú); África (Nigeria, Egipto, Isla Reunión y Madagascar) y Asia (Bután, India, Vietnam, Tailandia e Indonesia).
Desde su lanzamiento, la gaseosa sudamericana destacó por su sabor y calidad, atributos que han jugado un papel fundamental en su aceptación entre los consumidores latinos
En entrevista Jorge López-Dóriga, director global de Comunicaciones y Sostenibilidad de Grupo AJE agregó que esto último se explica dada la nueva configuración mundial, en donde los mercados emergentes y sus consumidores, sobre todos los jóvenes, están buscando todo el tiempo lo nuevo, distinto e innovador.
Por ello, a diferencia de otros competidores establecidos en el mercado, la propuesta de Big Cola no solo se basa en su sabor dulce y refrescante, sino también en su costo accesible, lo que la ha convertido una opción atractiva para una amplia gama de segmentos de la sociedad.
De la misma forma, desde su llegada a territorio nacional, la gaseosa de AJEMEX se ha comercializado bajo el propósito de inspirar a las personas a alcanzar la grandeza en su vida cotidiana haciendo que cada momento sea una oportunidad para disfrutar y celebrar.
Y como ya se ha sugerido, el aspecto que principalmente fungió como fortaleza competitiva de Big Cola ha sido su capacidad de adaptación al mercado local, misma ruta que ha seguido en otras latitudes.
En ese sentido, la multinacional latina ha desarrollado sabores y presentaciones que responden a los gustos específicos de los diferentes países donde opera.
Por todo esto, en un panorama donde las grandes marcas dominan, la historia de la bebida de cola de Grupo AJE yace como un claro ejemplo de cómo una estrategia enfocada en la calidad, el precio y la conexión con el consumidor puede llevar a una empresa a destacar y competir efectivamente en un mercado tan exigente como el de las bebidas gaseosas.
