En un país donde más del 60% de los adultos carece de educación financiera básica, según cifras de la CONDUSEF, hablar de inclusión no puede reducirse únicamente al acceso a cuentas bancarias o al crédito. La educación financiera se ha convertido en un factor estratégico para mejorar la calidad de vida de millones de personas y para reducir las brechas de desigualdad económica.
En este escenario, Banco Azteca ha logrado posicionarse como referente en el sector al ser reconocido por segundo año consecutivo por Capital Finance International (CFI.co) como “Campeón en Educación e Inclusión Financiera en México” en 2025.
¿Por qué es clave la educación financiera en México?
Comprender conceptos básicos como ahorro, intereses, prevención de fraudes y planificación de gastos permite a los ciudadanos tomar decisiones responsables sobre su dinero. En un contexto donde fenómenos como la inflación y los fraudes cibernéticos crecieron más de 50% en los últimos cinco años, según datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), la educación financiera dejó de ser opcional: ahora es una necesidad urgente.
Banco Azteca y su compromiso con la inclusión
Durante 2024, el programa “Aprende y Crece” de Banco Azteca benefició a más de 1.68 millones de personas a través de talleres presenciales, cursos en línea y campañas multimedia. Este acompañamiento no se limita a digitalizar servicios; va más allá.
Transformación social mediante la educación financiera
La apuesta educativa de Banco Azteca demuestra que la inclusión no significa únicamente bancarizar, sino enseñar a usar responsablemente los servicios financieros. Este esfuerzo complementa los programas públicos y fortalece la protección ciudadana ante riesgos como el sobreendeudamiento informal y el fraude digital.







