El pasado 9 de diciembre se dio la culminación de una de las intervenciones urbanas más ambiciosas de la actual administración local de la ciudad de Veracruz. Patricia Lobeira Rodríguez, presidenta municipal, encabezó la reinauguración del Centro Histórico. Esta obra incluyó mejoras en infraestructura, movilidad y recuperación de espacios públicos en el centro de la ciudad.
Desde la avenida Independencia, la alcaldesa explicó que la obra buscó resolver problemas como las inundaciones, el exceso de cables aéreos, los hundimientos, el abandono comercial y el deterioro urbano.
En su mensaje, Lobeira Rodríguez destacó que este fue uno de los proyectos más grandes de su administración, tanto por la extensión de la zona como por la complejidad de los trabajos. También recordó que el Centro Histórico tenía rezagos en servicios básicos y su imagen urbana.
El proyecto arrancó con lo más urgente: la renovación total de la infraestructura hidráulica y sanitaria, en conjunto con el Instituto Metropolitano del Agua. Además, se construyeron tres colectores pluviales en las calles Independencia, Lerdo y Gutiérrez Zamora una medida clave para mitigar los problemas causados por la temporada de lluvias.
El proyecto avanzó con la recuperación del espacio público. La calle Independencia se transformó en un corredor peatonal, con bolardos retráctiles que permiten el paso de vehículos en horarios determinados. El Zócalo recibió nuevo mobiliario urbano, iluminación, andadores y cableado subterráneo.
Además, se colocó concreto estampado en calles como Independencia y 5 de Mayo, mientras que diversas banquetas se reconstruyeron con granito. Los callejones históricos tampoco quedaron fuera. Héroes de Nacozari, Trigueros, La Campana, Clavijero y otros puntos emblemáticos fueron rehabilitados con pavimento de mármol, lo que reforzó su valor patrimonial y turístico.
Un punto importante fue la creación de la Plaza del Heroísmo Veracruzano. El sitio surgió tras sustituir antiguas bodegas en abandono, y hoy conecta el Zócalo con la Macroplaza del Malecón y la Plaza de la República. Además, abre una nueva vista al mar y ofrece mejores condiciones para comerciantes.
Durante los trabajos también se restauraron torreones y tramos de la antigua muralla. Incluso se localizaron cañones históricos, los cuales se entregaron al INAH. A la par, se renovaron inmuebles públicos como el Palacio Municipal, el Parque Zamora y el Teatro Clavijero.
Lobeira Rodríguez agradeció la paciencia de los comerciantes y empresarios durante los siete meses de obra. Reconoció que el impacto temporal fue significativo, pero insistió en que la mejora urbana representa una inversión a largo plazo.
Al cierre, la alcaldesa subrayó que el proyecto no termina con esta administración. Aún están previstos nuevos colectores en otras calles del Centro Histórico, destinados a futuras gestiones. Con ello, dijo, Veracruz deja atrás el abandono y abre una nueva etapa para su zona más emblemática.
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