El Museo de sitio de Edzná, en Campeche, exhibirá piezas y vestigios recuperados en el salvamento arqueológico y el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza). Son acciones se implementan durante la construcción del Tren Maya.
El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, detalló que el nuevo recinto será parte de una red de museos de reciente creación en antiguas ciudades mayas del sureste. Entre ellas, Palenque, Moral-Reforma, Kabah, Dzibilchaltún, Tulum y Calakmul, cuyo objetivo es enriquecer la experiencia del público nacional y extranjero.
Edzná es una zona arqueológica ubicada a 55 kilómetros del sureste de la capital de Campeche y su nombre significa casa de los itzaes (regalo de Dios) en lengua chontal, cuyo origen se remonta a 600 años aC, cuando se conformó como aldea de agricultores.
Con el tiempo, sus pobladores desarrollaron sistemas hidráulicos con fines agrícolas y habitacionales, pero fue hasta los primeros años de nuestra era cuando comenzaron a desarrollar edificaciones con el estilo Petén, que tiene en el Templo de los Mascarones su máxima expresión.
Investigación y restauración
Actualmente, el INAH desarrolla tareas de investigación y restauración en 29 sitios arqueológicos; en las próximas semanas sumará seis zonas, al tiempo que habilita los Centros de Atención a Visitantes (Catvis).
El director del Instituto sostuvo que el salvamento arqueológico y el Promeza en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán recuperan la fortaleza histórica y cultural de la gran nación maya.

Recuperación de bienes
Al 27 de junio, la recuperación de bienes culturales y arqueológicos en toda la ruta del Tren Maya suma: 62 mil 165 elementos constructivos que representan la alta densidad en el territorio.
También un millón 465 mil 719 fragmentos de cerámica que ofrecen información sobre procesos migratorios, intercambios comerciales y la densidad poblacional; mil 997 bienes muebles, entre vasijas, platos, incensarios, figurillas, navajas y puntas de flecha.
Así como mil 914 fragmentos de cerámica analizados y en restauración; 703 entierros humanos, algunos con ofrendas y 2 mil 252 rasgos naturales asociados a la presencia de grupos humanos como cuevas, cavernas y cenotes.
El director Prieto Hernández aclaró que el visto bueno del INAH a la construcción del Tren Maya y otros proyectos públicos y privados es resultado de un largo trabajo científico aprobado por un responsable arqueológico con el aval del Consejo de Arqueología del Instituto, basado en la norma para la investigación.







