Eugenio Derbez llegó hasta el Festival Internacional de Cine de Morelia para presentar Radical en el Teatro Matamoros, donde cientos de personas se reunieron horas previas a la función con la esperanza de estar cerca del actor.
Desde su arribo, recorrió las vallas de contención y procuró atender a la mayor cantidad de personas que le solicitaron un autógrafo o la clásica selfie, a grito abierto de “Eugenio, Eugenio, Eugenio”.
En el filme dirigido por Christopher Zalla, da vida al maestro que elevó la calidad en el grupo escolar de Paloma, el cual un año antes había quedado en los últimos lugares.
Durante el evento, Eugenio develó una butaca con su nombre, la cual quedará en el complejo Cinépolis Centro sede principal del certamen. “¡Que se siente, que se siente!”, le gritaron los asistentes, en alusión a que estrenara el asiento. Eugenio bromeó respondiendo “se siente bien (recibir la butaca)”.
Historia real
En Radical los alumnos de la primaria José Urbina López, en Matamoros, son evaluados como los peores estudiantes de México. Su mundo es violento y difícil, y en su salón de clases domina una disciplina asfixiante que no deja espacio para otras posibilidades. Este es el lugar ideal para que su nuevo maestro emprenda su labor de manera distinta. El problema: no tiene la menor idea de lo que está haciendo.
La cinta, que ganó el Premio a la Favorita del Festival en Sundance, se filmó en locaciones construidas en el municipio de Atenco, Tamaulipas.
“Es una historia real, está basada en un hecho real en 2012, está documentado no solamente por nosotros en la película, sino por periodistas internacionales”, explicó Eugenio Derbez.
