Taste Atlas, la prestigiosa enciclopedia culinaria que evalúa la comida de varios países calificó a los chilaquiles como el mejor desayuno del mundo. Le puso la calificación de 4.6 estrellas de 5.
Así describe al plato: “Los chilaquiles son, en su forma más básica, un conjunto de trozos de tortilla fritos bañados en salsa de chile con carne y verduras opcionales. Es popular tanto en México como en Estados Unidos como una excelente manera de aprovechar las tortillas sobrantes. El nombre del plato se deriva de chil-a-quilitl, que significa verduras o hierbas en un caldo de chile”.
Y añade: “Hoy en día existe una gran cantidad de variaciones regionales del platillo, por lo que en Sinaloa se prepara con salsa blanca, y en la Ciudad de México, el platillo tradicionalmente se cubre con ramitas de epazote”.
Por supuesto, hay una gran variedad de chilaquiles y en cada región de México se preparan de diferente manera. Aquí te contamos sobre los principales sabores de este rico manjar nacional.
Los chilaquiles son el quinto desayuno más rico del mundo según Taste Atlas. https://t.co/qKTF4LwTP7
— Uno TV (@UnoNoticias) March 28, 2024
Variedades
Los chilaquiles son un platillo emblemático de la cocina mexicana, conocidos por su versatilidad y diversidad de presentaciones que varían según la región, los ingredientes disponibles y las preferencias personales.
Chilaquiles rojos: Se preparan con una salsa de tomate rojo, que se sazona con cebolla, ajo, chiles y especias. Son comunes en gran parte del territorio mexicano y se pueden servir con pollo deshebrado, queso fresco, crema, cebolla en rodajas y aguacate.
Chilaquiles verdes: Utilizan una salsa verde elaborada a base de tomates verdes cocidos y chiles verdes. Este tipo de chilaquiles suele adornarse con queso, crema, cebolla, cilantro y, a veces, con pollo o huevo estrellado.
Chilaquiles de mole: En esta variante, las tortillas se bañan en mole, una salsa compleja y rica en especias. Dependiendo de la región, el mole puede ser poblano, negro, rojo o de otro tipo específico. Se complementan con pollo, queso espolvoreado y crema.
Chilaquiles en salsa de chipotle o adobo: Para quienes prefieren sabores más ahumados y picantes, esta versión incorpora chiles chipotles o una salsa de adobo que aporta profundidad y un toque picante al platillo. Se suelen acompañar con carne de cerdo o res, además de los aderezos tradicionales.
Chilaquiles con frijoles: En algunas regiones, es común agregar frijoles refritos a los chilaquiles, lo que les da una textura cremosa y un sabor más robusto. Esta variante puede combinarse con cualquier tipo de salsa.







