El Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), encabezado por Alejandro Martínez Araiza, ha respondido a recientes intentos de desprestigio que circulan en medios digitales y redes sociales.
Según fuentes sindicales, detrás de estas campañas se encontrarían sectores vinculados al sindicalismo tradicional de empresas transnacionales que buscan frenar el avance de su modelo disruptivo y autónomo que crece de manera orgánica desde las bases.
En las últimas semanas, se difundieron versiones sobre supuestas irregularidades financieras en el SNAC, incluyendo reportes sobre la falta de rendición de cuentas y desvío de recursos.
El propio sindicato negó estas acusaciones, subrayando que sus finanzas son auditadas externamente.
Además, acotó que se rinde cuentas de manera semestral a los trabajadores y la Asamblea Nacional y que toda la información requerida ha sido entregada a las autoridades laborales.
“Cada peso de las cuotas sindicales está destinado a la operación del movimiento y beneficios muy valorados por nuestros afiliados y sus familias”, comunicó la dirigencia del sindicato, que calificó de infundadas las versiones de malversación.
Contexto de competencia sindical
Analistas laborales señalan que los ataques no son fortuitos.
El SNAC ha ganado contratos colectivos en importantes empresas del sector alimenticio, desplazando estructuras tradicionales del viejo corporativismo sindical.
Este cambio de representación implica la pérdida de influencia para sindicatos de los llamados “charros” que durante décadas dominaron el panorama laboral.
La estrategia de desprestigio incluiría tanto campañas mediáticas como la promoción de denuncias legales, lo que, según expertos, forma parte de un patrón recurrente cuando emergen organizaciones independientes auténticas.
Implicaciones internacionales
El caso no ha pasado desapercibido en el marco del T-MEC.
Fuentes en la Secretaría del Trabajo reconocen que una regresión a viejas prácticas sindicales podría complicar la implementación de los compromisos laborales del tratado.
Incluso, el SNAC notificó a autoridades estadounidenses sobre la situación, destacando la importancia de ampliar la protección a la libertad sindical como parte de los acuerdos internacionales.
Una respuesta basada en la transparencia
Martínez Araiza ha fortalecido los equipos legal y de comunicación del sindicato para responder a las acusaciones y garantizar que la base trabajadora reciba información verificada.
Lejos de detener su crecimiento, el SNAC continúa organizando a trabajadores en nuevos centros productivos, convencido de que la mejor defensa es el fortalecimiento de la legitimidad sindical.
Con ello, el líder sindical reafirma que la transformación del sindicalismo mexicano requiere no solo nuevas reglas, sino también resiliencia frente a los ataques del viejo sistema que se niega a morir.







