Se realizó el estudio sobre la niñez y Adolescentes víctimas del crimen organizado en México (2019), elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la UNAM, y coordinado por Elisa Ortega Velázquez, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Las historias fueron recabadas en cinco estados de la República mexicana: Tamaulipas, Baja California, Michoacán, Estado de México y Chiapas.
Ruta de dolor y violencia
El informe, publicado en 2019, señala que estos estados “conforman no solamente una ruta migratoria, sino una ruta de dolor y violencia. Va desde la frontera norte con Estados Unidos hasta la frontera sur con Guatemala. Las historias exponen las graves consecuencias de la violencia y el crimen organizado para las víctimas directas e indirectas».
Elisa Ortega indica que la idea era realizar un diagnóstico especializado y puntual, con perspectiva de derechos humanos y de género.
El tema era sobre la situación en cuanto al cumplimiento de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes que son víctimas del crimen organizado en nuestro país.
En este tipo de estudios, “utilizamos la técnica jurídica, pero también empleamos técnicas cualitativas. Consisten en la realización de historias de vida, con el fin de obtener un diagnóstico lo más completo posible sobre este tema”.
Agrega que “fue una experiencia muy cruda, por decirlo de algún modo. A través de las historias de vida que realizamos en estos cinco estudios, tratamos de comprender la subjetividad que vive la niñez. Las personas que han sufrido violaciones de derechos humanos, son muy generosas al abrir su historia, su corazón».
Las historias ayudan a visibilizar el fenómeno, precisa, “porque los fenómenos no existen si no los nombramos, si no los visibilizamos y les ponemos nombre y apellido, si no los hacemos públicos».






