Dentro de la industria alimentaria, la cadena de frío se ha posicionado como un elemento crucial para garantizar la inocuidad y calidad de los productos alimentarios.
Este proceso asegura la preservación y previene el crecimiento de microorganismos patógenos en todas las fases de producción hasta el momento en que los alimentos llegan al consumidor final.
Sobre esto, Future Market Insights, firma de investigación de mercado y análisis empresarial, ha revelado que se estima que el mercado de envasado de la carne alcance los 14 mil millones de dólares en el año 2026, subrayándo la necesidad de cumplir con estándares de calidad y seguridad cada vez más exigentes.
De acuerdo con voceros de La Cosmopolitana, empresa mexicana con más de 60 años de experiencia dedicada a proveer servicios integrales de alimentación, la cadena de frío es un sistema de conservación que permite garantizar la seguridad e inocuidad de productos alimenticios, especialmente los cárnicos, por inhibir el crecimiento de microorganismos, retrasar su descomposición, preservar su calidad y cumplir con regulaciones sanitarias.
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En ese sentido, detallaron los beneficios de utilizar este sistema como un agente que permita garantizar la calidad y seguridad de los productos durante su proceso de almacenamiento y distribución, siendo la prevención de enfermedades y contagios uno de los esenciales.
“Cuando se rompe la cadena de frío, el riesgo de intoxicación alimentaria aumenta significativamente. Los bebés, niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores o con enfermedades preexistentes, son quienes corren mayor peligro”, señalaron.
Pero también destacaron que los consumidores juegan un papel crucial en la prevención de la contaminación alimentaria pues pueden prevenirla al identificar signos como envases dañados o descongelación rápida, los cuales pueden indicar una ruptura en la cadena de frío y aumentar el riesgo de enfermedades.
