Las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) emergen como un pilar fundamental para proteger la biodiversidad y garantizar una producción de alimentos responsable y sostenible, asegura Daniel Madariaga Barrilado especialista en sostenibilidad.
Las MAZO son un conjunto de prácticas y políticas destinadas a proteger el medio ambiente y promover una agricultura sostenible. Su enfoque busca conservar la biodiversidad, mantener la fertilidad del suelo, reducir el uso de productos químicos sintéticos y fomentar la agricultura ecológica. Además, estas medidas también abarcan la protección de los ecosistemas naturales y el uso responsable de los recursos hídricos.
Bajo este contexto, Daniel Madariaga Barrilado destaca que estamos enfrentando una crisis alimentaria que demanda acciones audaces y transformadoras. Por ello, las MAZO representan una solución poderosa para abordar esta problemática, ya que integran prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y permiten un equilibrio entre la producción de alimentos y la conservación de nuestros recursos naturales.
«Una de las ventajas más significativas en el modelo MAZO es la reducción de la dependencia de insumos químicos sintéticos, como pesticidas y fertilizantes. Al disminuir el uso de productos químicos en la agricultura, no solo protegemos la salud de los consumidores, sino también la de nuestros agricultores y del medio ambiente en general», afirmó el también experto en agricultura sostenible.
Además, Madariaga Barrilado enfatizó que las MAZO tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria, al promover prácticas agrícolas más resilientes frente a los cambios ambientales. La conservación de la biodiversidad y la salud del suelo resulta en una mejora significativa en la calidad y disponibilidad de alimentos.
Otro aspecto destacable de las MAZO es que también juegan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas naturales. Al promover la creación de corredores biológicos y la implementación de áreas de protección, se permite que las especies silvestres prosperen, lo que a su vez beneficia a la agricultura al mejorar la polinización y el control de plagas de forma natural.
«En este momento crítico para nuestra agricultura y seguridad alimentaria, las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) se presentan como una herramienta esencial para abordar los desafíos ambientales y proteger nuestra capacidad para producir alimentos. Es hora de que todos, desde los agricultores hasta los responsables de políticas, se unan para promover prácticas agrícolas sostenibles y asegurar un futuro alimentario más seguro y próspero para todos», detalló.
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