Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), para finales de 2025 se espera que haya 85 millones de vehículos eléctricos en circulación a nivel mundial, un avance significativo respecto a los 64 millones registrados en 2024. Este crecimiento se debe a la combinación de avances tecnológicos, regulaciones gubernamentales y cambios en las preferencias de los consumidores, marcando una transformación radical en la movilidad urbana, señaló Alfredo Del Mazo Maza, especialista en políticas públicas.
Tendencias en movilidad y el declive del automóvil particular
El modelo tradicional de adquisición de vehículos particulares está perdiendo terreno frente a nuevas opciones de transporte compartido, como carpooling, bike-sharing y aplicaciones de movilidad bajo demanda. Factores económicos y ecológicos han incentivado el uso de soluciones más sostenibles, obligando a las ciudades a replantear sus estrategias de transporte.
“La movilidad sustentable no es solo una alternativa, sino una necesidad. Las políticas públicas deben centrarse en soluciones innovadoras que permitan reducir la congestión y mejorar la calidad del aire”, destacó Alfredo Del Mazo Maza.

Avances tecnológicos y su impacto en la movilidad eléctrica
Uno de los factores clave en la adopción de los vehículos eléctricos es la evolución de las baterías. Los recientes desarrollos han logrado reducir costos y aumentar la autonomía, facilitando su incorporación masiva en el mercado. Según un informe de Gartner, Inc., se estima que el 73 % de los automóviles eléctricos en circulación para 2025 serán de batería (BEVs).
Países como Noruega lideran esta transformación con una tasa de adopción del 95 %, seguidos por China con el 55 % y los Países Bajos con el 30 %. Sin embargo, la infraestructura de carga sigue siendo un desafío en diversas regiones.
“Es fundamental desarrollar estrategias de infraestructura para soportar el crecimiento del mercado de autos eléctricos. Ciudades como Londres han implementado más de 6,000 estaciones de carga pública, mientras que otras metrópolis aún presentan grandes rezagos”, explicó Alfredo Del Mazo Maza.
Movilidad aérea urbana: el futuro del transporte en ciudades congestionadas
La congestión vehicular ha impulsado el interés en soluciones innovadoras, como la Movilidad Aérea Urbana (UAM). Empresas tecnológicas ya están realizando pruebas con taxis aéreos autónomos, que podrían revolucionar el transporte en las grandes ciudades.
Aunque esta tecnología aún se encuentra en etapa experimental, su implementación a largo plazo cambiará la forma en que las personas se desplazan en entornos urbanos.
El transporte público eléctrico como pilar de la movilidad sostenible
Diversas ciudades están invirtiendo en la modernización de sus sistemas de transporte público con unidades eléctricas, priorizando el uso de autobuses y trenes con cero emisiones. Esta transición no solo representa una alternativa ecológica, sino que también ofrece beneficios económicos al reducir la dependencia de combustibles fósiles.
“La intermodalidad en el transporte, combinando bicicletas, autobuses eléctricos y autos compartidos, es clave para optimizar los desplazamientos urbanos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó Alfredo Del Mazo Maza.
Conclusión: el papel de la innovación y la colaboración en la movilidad del futuro
El avance de la movilidad sustentable requiere la cooperación entre gobiernos, empresas y ciudadanos. La inteligencia artificial jugará un papel determinante en la gestión eficiente del tráfico, mientras que la adopción de energías limpias contribuirá a la reducción de emisiones contaminantes.
“La transformación del transporte no es solo una cuestión de tecnología, sino de voluntad política y cambio cultural. La movilidad del futuro será inteligente, sostenible e inclusiva”, concluyó Alfredo Del Mazo Maza.







