Anoche los efectos del huracán Erick empezaron a sentirse principalmente en Puerto Escondido, Oaxaca, donde el mar invade con fuerza toda la bahía principal de este lugar.
Ante la cercanía del huracán, los habitantes de Puerto Escondido realizaron compras de pánico ya que temen desabasto de alimentos y servicios básicos en los próximos días, según El Universal.
En un recorrido hecho por ese medio, se observan que algunos anaqueles ya se encuentran vacíos en este destino turístico y las personas compran principalmente productos enlatados, agua embotellada, leche, jugos, sopas y papel higiénico.
En las cajas se encuentran largas filas, y de acuerdo con los trabajadoras de la tienda, también se debe a que es el único super mercado grande que se encuentra abierto. Otros se han mantenido cerrados.
Las bandas nubosas del ciclón ya provocan lluvias extraordinarias —más de 250 milímetros— en Oaxaca. El SMN advirtió sobre riesgo de deslaves, inundaciones, crecida de ríos y arroyos en zonas bajas.
Peligro
Ante la peligrosidad del huracán, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, afirmó ayer que se mantienen bajo prevención y vigilancia las zonas críticas en Guerrero y Oaxaca.
“Se mantiene la zona de prevención por efectos de huracán desde Puerto Ángel, Oaxaca, hasta Acapulco, Guerrero, y zona de vigilancia por efectos de huracán desde el oeste de Acapulco hasta Técpan de Galeana, Guerrero”, precisó.
La funcionaria destacó que se activaron el Plan DNIII-E, el Plan Marina y todos los protocolos de actuación ante emergencias por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, además de que se distribuyeron 8 mil elementos de la Sedena y 9 mil 71 de la Secretaría de Marina.
La presidenta Claudia Sheinbaum pidió a la población de ambos estados permanecer en sus hogares, pero si viven en zonas bajas y cerca de cauces de ríos, acudir a los refugios.
