
Armando Ríos Piter
Esta semana observamos una escena preocupante a todas luces en la Cámara de Diputados, la de Antonio Tarín García intentando meterse por la puerta de atrás como diputado federal para tener fuero que lo ponga a salvo de los actos que cometió en contra de la ley. Se refugió adentro de un cubículo y después se le entregó un amparo, a pesar de que los señalamientos en su contra son claros.
En este momento es indispensable que legislemos en el tema del fuero, que siempre se aplaza, siempre buscan alguna excusa para no revisarlo. Por ello presentamos una excitativa para exhortar a que el tema sea retomado. Hemos entregado iniciativas desde hace no solamente varios meses, sino prácticamente desde hace varios años y no podemos seguir permitiendo que la impunidad sea la nota del día.
Fue el 13 de septiembre de 2016, cuando senadores del PRD presentamos una iniciativa de reforma constitucional con el objetivo de desaparecer la inmunidad procesal de todo servidor público y permitir que cualquier funcionario sea sometido a juicios penales. Porque el fuero es una variedad de impunidad que lastima a la sociedad y causa la degradación del ejercicio público.
Cuando fui diputado constituyente tuve como compañero a César Camacho, actual coordinador de los diputados del PRI y en ese entonces manifestó que estaba dispuesto a legislar en materia federal sobre el asunto del fuero. Esto consta en los debates públicos que en la comisión se dieron.
Hoy le hago un llamado respetuoso en su carácter de jefe de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, para que trabajemos juntos para quitar el fuero. Ya lo hicimos en la Constitución de la Ciudad de México, es necesario que lo pongamos en práctica en el contexto federal, para que a todas y todos los actores públicos se les quite esta sensación de impunidad frente a la sociedad.
Es un asunto que lastima a la gente porque se mantiene la percepción de que el fuero se ha convertido en una imagen de impunidad, en una suerte de privilegio del cual gozan los legisladores, las legisladoras, o hasta el propio presidente de la República para infringir la ley.
Y el mejor ejemplo es el de Antonio Tarín, un diputado suplente que se atrincheró en la Cámara de Diputados, no para hacer leyes, sino para tener el fuero. Este no es un tema menor, a Tarín se le acusa por el delito de peculado.
Pero no sólo se trata de Tarín, al escándalo de la impunidad en la prensa se sumó la resolución que hizo el Poder Judicial en el caso de Dafne, con la impunidad alrededor de un mandatario que se sustrae de la justicia. Y similar a como ya ocurrió con el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, también ocurre con el gobernador de Chihuahua, César Duarte, otro prófugo de la justicia.
Son tres temas en distintos lugares de la República que tienen que ver con impunidad y con el Poder Judicial, asuntos que sin duda como legisladores tenemos que atacar a la brevedad.
@RíosPiterJaguar







