El dalái lama, líder espiritual tibetano, ha escrito mucho sobre lecciones de vida.
Es autor de decenas de libros que van desde filosofía budista, meditación y políticas medioambientales hasta la importancia del amor y la simpatía.
Sobre la esperanza
«Nunca hay que perder la esperanza, y es necesario conservarla si se busca encontrar el éxito ante las pruebas que enfrentamos. Con esperanza, tenemos el valor de cuidar y el coraje de actuar».
«Como dice el refrán: si se fracasa nueve veces, hay que levantarse nueve veces. Recuerden siempre que un sol radiante está oculto tras la nube».
Sobre la vida
«Lo que importa más es lo que hacemos con nuestra corta vida. Si vivimos separados de nuestra humanidad compartida, enredados en discordia y división y causando daño, ¡qué desperdicio de nuestra preciosa vida!».
«Creo que el verdadero objetivo de nuestra vida es buscar la felicidad. Eso está claro».
«Como seres sociales, buscamos conexión con otros seres y encontrar felicidad a través de ellos. No existe un interés personal independiente separado del de los otros, pues nuestro bienestar está interconectado con el bienestar de los demás».
Sobre política
«Si reconocemos nuestra humanidad compartida, recordando que el bienestar de uno depende del bienestar de todos, creo de verdad que podemos encontrar una solución pacífica incluso para los conflictos más difíciles».
«Una de las lecciones más conocidas de la historia es esta: si se mantiene siempre al pueblo en la infelicidad, no se puede tener una sociedad estable».
Sobre China
«El pueblo tibetano no acepta el estatuto actual de Tíbet bajo la República Popular China. Al mismo tiempo, no busca la independencia».
«En lo que respecta a los tibetanos en el terreno, el dominio de los comunistas chinos en Tíbet sigue siendo un poder de ocupación extranjero, indeseado y opresivo».
Sobre su sucesor
«Es totalmente inapropiado que los comunistas chinos, quienes de manera explícita rechazan la religión —inclusive la idea de pasadas y futuras vidas—, se inmiscuyan en el sistema de la reencarnación».
«El que la institución del dalái lama pueda o no continuar es asunto del pueblo tibetano. Si el pueblo tibetano considera que la institución ha cumplido su objetivo y ya no hay necesidad de un dalái lama, entonces cesará la institución».







