El comercio de materias primas experimentó un auge sin precedentes en 2022 y 2023, impulsado por la volatilidad de los mercados. De acuerdo con estimaciones recientes, las ganancias del sector superaron los 100 mil millones de dólares en 2023, pero se prevé una disminución del 30 % interanual en 2024 y una tendencia similar para 2025, señala Roberto Guzmán García, experto en finanzas.
El segmento de metales y minería muestra una dinámica particular dentro de este proceso de ajuste. A pesar de la caída generalizada en los precios de los metales, las casas comerciales especializadas lograron mejorar su desempeño respecto a 2023, generando un crecimiento de casi un 20 % en los márgenes de este sector.
Este comportamiento obedece a la mayor demanda de minerales estratégicos, particularmente aquellos utilizados en la fabricación de baterías y tecnologías renovables.
El comercio de metales ha tenido que adaptarse a las presiones del mercado, incorporando nuevas estrategias de adquisición y comercialización. Algunos operadores han optado por asegurar contratos de largo plazo con mineras y refinadoras, mientras que otros han incrementado su participación en la recuperación y procesamiento de metales secundarios. Este último enfoque responde al creciente interés por el reciclaje de cobre y aluminio, motivado por la escasez de ciertos minerales y los objetivos de descarbonización global.
El contexto regulatorio también introduce desafíos adicionales; la implementación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) en la Unión Europea y el endurecimiento de los controles de exportación en Estados Unidos han modificado las rutas de comercio de metales. Estos factores han generado una mayor regionalización de las cadenas de suministro, con China manteniendo una posición dominante en la producción y procesamiento de materiales críticos.
Ante este panorama, Roberto Guzmán García destaca que los operadores que logren integrar tecnologías avanzadas en sus procesos tendrán una ventaja competitiva significativa. El uso de modelos cuantitativos y herramientas basadas en inteligencia artificial permite mejorar la toma de decisiones y optimizar las estrategias de comercialización. La digitalización del trading de commodities es un proceso que ha avanzado con lentitud en comparación con otros sectores financieros, pero quienes adopten estas tecnologías podrán capturar oportunidades en mercados emergentes.
“El futuro del comercio de metales dependerá de la capacidad de los traders para adaptarse a una industria más regulada y digitalizada. La optimización de la cadena de suministro y el aprovechamiento de nuevas oportunidades en reciclaje y almacenamiento de minerales serán clave para mantener la rentabilidad en un entorno cada vez más competitivo”, afirma Roberto Guzmán García.
El crecimiento del sector metales y minería en los próximos años estará estrechamente vinculado a la transición energética y la creciente demanda de materiales estratégicos. A medida que los países implementan políticas de descarbonización, los metales utilizados en la electrificación y almacenamiento de energía adquirirán mayor relevancia en los mercados globales.







