Ciudad de México 6 de Jun.- Ayer domingo hubo elecciones en 12 estados de nuestro país. La lección que nos dejan es que la izquierda dividida no puede lograr ningún triunfo importante.
¿Qué nos deja de enseñanza este domingo, rumbo al 2018? Que ni López Obrador solo, ni el PAN con el PRD juntos podrán ganar la elección presidencial.
Del lado de la izquierda en la cual milito desde que tengo uso de razón y en la cual mis padres han estado siempre, es necesario hacer una enorme reflexión y autocrítica con la cual podamos todos los militantes de izquierda, estemos en el PRD, Morena, Movimiento Ciudadano o Partido del Trabajo, ponernos de acuerdo y formar una gran alianza opositora.
No podremos ganarles divididos, a quienes han sido incapaces, por 85 años, de establecer un gran proyecto de nación y tienen al país al borde del precipicio, tanto político, social y económico.
No es posible que con una alianza con el PAN pueda imperar la ideología de un verdadero gobierno progresista de izquierda, que vele por el poder popular.
Hoy vemos que el PAN es el que sale más beneficiado de esas alianzas y se da como el gran triunfador sin mencionar al PRD, el cual sólo acompaño al PAN con candidatos que salieron del mismo PRI como fue en Veracruz, Quintana Roo y Durango, hoy el PRD pasó de ser el referente de la izquierda en México a ser un satélite del PAN.
Por eso debemos dejar a un lado los egos, y la búsqueda del poder por el poder, para darles a los ciudadanos una gran alternativa; que sea a través de la verdadera izquierda en México que se pueda acabar con la corrupción, la impunidad, pobreza y desigualdad.
No lo lograremos si creemos que cada quien por su lado, con una persona o con otra, con sus acuerdos facciosos, se puede lograr que se lleve a buen término el sueño de nuestros líderes de esa izquierda, que en un tiempo fue y sigue siendo la esperanza de millones de personas.
Entendamos que al PRI y al PAN les conviene que vayamos divididos, ya que sus millones de pesos en cada campaña podrá comprar el voto de algunas personas, pero no la conciencia de millones de mexicanos que queremos que México se recupere de ese cáncer que lo ha dañado durante más de 85 años de gobiernos mal llevados por el PRI y el PAN. Hoy solo nos han heredado corrupción, impunidad y desigualdad.
Por eso hoy más que nunca, es urgente realizar un llamado a las cúpulas de los partidos de izquierda: o cambiamos o los cambian, vayamos a construir un gran acuerdo de unidad de todas las izquierdas con la sociedad que ya está cansada de tanta impunidad y corrupción.