“Yo a veces pienso que llega escuchar mi voz y le digo que no me he rendido, que lo sigo buscando con las otras mamás«, dice Cristina Bautista.
«Hasta el último latido de mi corazón lo buscaré, para que no te preocupes, Benjamín. Dondequiera que estés, voy a seguir buscándote”.
Por toda una década, la señora ha buscado a Benjamín, uno de los 43 normalistas que fueron desaparecidos la noche del 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero.
Hoy —aún entre la incertidumbre y las irregularidades en el caso— la mujer sigue prometiendo a su hijo que lo buscará hasta el momento en que su corazón deje de latir.
Cristina Bautista Salvador, una mujer de 49 años de edad que ha dejado todo —su hogar, su trabajo, su familia— con una intención: volver a ver a Benjamín Ascencio Bautista y a sus compañeros que llevan 10 años sin volver a su hogar.
Benjamín Ascencio Bautista tenía apenas 19 años de edad cuando fue desaparecido en Iguala, Guerrero. Aunque actualmente tendría 29, su madre lo sigue recordando como antes de aquella noche del 26 de septiembre en la que se dejó de saber de su paradero y de 42 estudiantes más.
A 10 años
Y es que pese a que ha pasado una década, la señora Cristina lo sigue pensando como un joven cariñoso y alegre al que le gustaba leer, bailar, cantar. Incluso, ayudarle en las labores del hogar.
“Yo lo tengo presente, sus recuerdos y todo. Es muy cariñoso, muy respetuoso, muy alegre. Lo recuerdo leyendo sus libros, bailando, cantando. Así lo tengo presente”.
Cristina recuerda que ella era muy feliz cuando trabajaba en la siembra, hacía pan y pasteles o vendía comida mientras sus hijos se encontraban estudiando. Pero, después del 26 de septiembre del 2014, todo cambió.
“Yo dejé todo: mi trabajo, yo tenía curso el 1, 2 y 3 de octubre, ya no fui. Mi trabajo, mi cosecha lo dejé allá en la comunidad. Dejé todo”.







