La organización Center for Countering Digital Hate (CCDH) denunció el aumento del discurso de odio en la plataforma X de Elon Musk.
Ante ello, el empresario y X acusaron en julio a CCDH de poner en marcha una campaña para desacreditar a la red social.
El empresario dijo que esta denuncia ahuyenta a los anunciantes en la red social con estudios que atribuyen «forma falsa» el aumento de contenidos dañinos.
Elon Musk ha dicho que «la plataforma siempre luchará por la libertad de expresión».
Pero un juez federal estadounidense rechazó la demanda presentada por Musk. El juez Charles Breyer, del Distrito Septentrional de California, desestimó el caso y señaló en su decisión que la demanda presentada por el magnate es «descaradamente» un intento de censurar a CCDH.
«Este es un caso para castigar a los demandados por su discurso», explicó el juez.
Breyer también rechazó la acusación de X Corp., la empresa de Musk que controla la red social, de que CCDH hubiese obtenido de forma ilegal los datos sobre los que basó sus análisis.
Un juez federal estadounidense rechaza la demanda presentada por la red social X, de Elon Musk, contra la organización Center for Countering Digital Hate (CCDH), que denunció el aumento del discurso de odio en la plataforma.https://t.co/qJ6vgDOkSV
— EFE Noticias (@EFEnoticias) March 26, 2024
Campaña de acoso
Imran Ahmed, el consejero delegado de CCDH, calificó en un comunicado que las acciones de Musk eran «una ruidosa e hipócrita campaña de acoso, abuso y ‘lawfare'».
«Esperamos que esta histórica sentencia anime a investigadores en todo el mundo a seguir, e incluso intensificar, su vital trabajo para responsabilizar a las compañías de medios sociales por el odio y desinformación que contienen así como por el daño que causan», añadió.
Al respecto, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) aplaudió la decisión y dijo que protege la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
«Esta es una importante decisión que identifica la demanda de Elon Musk como lo que es, un intento de castigar a sus críticos por un discurso que está protegido constitucionalmente y para impedir que los investigadores estudien su plataforma», dijo Alex Abdo, del Knight First Amendment Institute de la Universidad de Columbia.







