Cada gato tiene una personalidad distintiva; observar y comprender la personalidad de tu gato fortalecerá el vínculo entre ambos, afirma Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino.
Revela que en la medida que compartimos nuestro hogar con estos animales, exploramos un fascinante universo con su propio lenguaje, que “nos comunica sus estados de ánimo a través de variados sonidos y acciones”: ronroneo y mordeduras.
Comparte que su ronroneo no solo es música para los oídos, sino que también tiene propiedades terapéuticas, ya que los felinos pueden emitir hasta 100 sonidos diferentes. El ronroneo se despliega en diversas circunstancias, revelando estados de ánimo y deseos.
Este suave murmullo acompaña caricias y momentos de sueño profundo, donde tu amigo se siente seguro y relajado.
Y las mordeduras durante el juego, especialmente en gatitos, son manifestaciones de exploración y reconocimiento del entorno. El ronroneo evoca el vínculo maternal, guiando a las crías en la exploración del mundo felino.
Otro factor, explica Eduarda Piamore, es la separación prematura de la madre puede afectar el aprendizaje social del gatito. Mordisqueos intensos pueden surgir al jugar, careciendo de las lecciones maternas sobre límites.
La experta en animales advierte que la mordida juguetona, si no se maneja con cuidado, puede convertirse en una conducta problemática en la edad adulta. Educación temprana y dirección a juguetes apropiados previenen malentendidos y refuerzan comportamientos deseados.
Abunda que el ronroneo uniforme y cadencioso puede indicar incomodidad o estrés. Prestar atención a las señales previas y respetar los límites personales de tu gato evita respuestas extremas como mordeduras.
En pocas palabras refiere que “tu gato puede ronronear y morder para comunicarse. Ya sea solicitando atención, comida o caricias o buscando ayuda en situaciones de malestar. Comprender el contexto es clave para brindar la respuesta adecuada”.
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