A dos años después del fallecimiento del sacerdote pederasta fundador de «Los Legionarios de Cristo», Marcial Maciel, salen verdades.
Blanca Estela Lara Gutiérrez tenía 19 cuando conoció en Tijuana a un Marcial Maciel de 56 años. «Él me dijo que era viudo y que andaba buscando una muchacha para casarse, quería formar una familia», relató la mujer en entrevista con Carmen Aristegui en marzo de 2010.
Dicho matrimonio, narró, estuvo plagado de mentiras. De acuerdo con Lara Gutiérrez, el hombre, claramente mayor que ella, aseguraba que trabajaba en la CIA y que era detective privado. Además, desconocía su nombre real, porque se hacía llamar a sí mismo como «José Rivas».
Fue en 1997 cuando la revista «Contenido» compartió, en su portada, una fotografía del padre Marcial Maciel, entonces señalado por nueve hombres que denunciaban abusos cuando eran seminaristas adolescentes a su cargo. Dicha publicación le reveló a la familia del autonombrado «José Rivas», su verdadera identidad clerical pedófila.
Son mentiras
«Esto que dice aquí son mentiras», convenció «José Rivas» a su familia de doble vida, y les forzó a conseguir todas las ediciones de esa revista que pudieran.
Este 2025, HBO Max Latinoamérica anunció «Marcial Maciel: El lobo de Dios», serie documental que profundiza y expone las facetas de una de las controvertidas y polémicas de la Iglesia Católica, quien encubrió y abusó de decenas de niños que acudían a sus retiros espirituales.
Debido al resurgimiento del caso en la opinión popular, este es un repaso por las agresiones sexuales que el sacerdote Maciel efectuó en contra de sus propios hijos.
«Fuimos abusados mi hermano Omar y yo. Mi primer abuso sucedió cuando yo tenía siete años de edad, en Colombia. Estaba acostado con él, como cualquier niño, como cualquier hijo de familia (…) Me baja mi calzoncillo y me intenta violar», contó José Raúl González, hijo de Marcial Maciel.
Desde entonces, confesó, las agresiones sexuales continuaron durante ocho años, según El Universal.
Entre las atrocidades de Maciel hacia sus propios hijos, detalló, los obligaba a masturbarlo y fotografiarlo mientras cometían dichos actos.






