Ciudad de México, 29 Jun.- Joseph Antonio Mendoza conocido como “Amo Torres” un generoso amigo de Miguel Hidalgo que dejó la comodidad del hogar y trabajó como administrador en una hacienda en San Pedro Piedra Gorda, hoy ciudad Manuel Doblado, Guanajuato.
Luego del levantamiento de Miguel Hidalgo en septiembre de 1810, el Amo Torres, con un grupo de trabajadores de la hacienda, se presentó ante el cura el 4 de octubre siguiente en la recién tomada ciudad de Guanajuato.
Pidió al cura autorización para prender la mecha de la insurrección en los puntos de Guadalajara y Zacatecas. Hidalgo lo nombró coronel y puso cien hombres a su cargo, núcleo del ejército que Torres aumentó con sus victorias.
El realista José de la Cruz al mando en la capital de la Nueva Galicia (Guadalajara), El Amo Torres y su ejército lo vencieron y cuando arribó el cura Hidalgo y su ejército a la ciudad el 26 de noviembre, le entregó la plaza.
Era como un rayo que desde Michoacán, paseaba las banderas Insurgentes por las fértiles orillas del Rio Grande.
El presidente de Guadalajara lo aborreció y lo calificaba de bandido porque era el azote de los españoles.
Después de la ejecución de Hidalgo, el Amo Torres no podía retroceder, su patriotismo le impulsaba a tomar venganza por la muerte del cura de Dolores.
Después de una derrota lo mismo que de una victoria, se consagraba con empeño a moralizar a su gente y a allegar nuevos recursos para proseguir la lucha.
Él mismo dirigió en Uruapan, la fundición de 12 cañones y con más de mil soldados atacó el campamento de Pedro Celestino Negrete.
Este jefe realista era temible por su actividad desmedida y por su severidad para con los insurgentes, a los cuales veía con desprecio; por eso el Amo Torres quería destruirlo, con él no era posible hacer una guerra noble.
Continuará…
Del libro: Episodios Históricos Mexicanos de Enrique de Chavarría y Ferrari.
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