Un solo clic o una contraseña compartida por error pueden desencadenar la caída de sistemas, con la pérdida de millones de datos en segundos. Este escenario, alarmantemente común, está presente en casi el 98% de los ataques cibernéticos, donde un error humano juega un papel determinante.
Para las empresas, sin importar su tamaño, proteger la información del negocio y de sus clientes se ha convertido en un desafío creciente. Más allá de la tecnología, la clave radica en transformar a los colaboradores en la primera línea de defensa contra ciberataques.
Amenazas como el phishing, el malware y el robo de datos son técnicas recurrentes utilizadas por hackers. Aunque la tecnología es el medio, su verdadero objetivo es explotar las vulnerabilidades humanas. Para combatir esta amenaza, Seguritech, empresa líder en tecnología para la seguridad en América Latina, ha desarrollado soluciones que no solo protegen activos materiales, sino también capacitan a los equipos humanos mediante entrenamientos especializados y sistemas integrados de protección de datos.
Los expertos de Seguritech destacan que los hackers suelen emplear técnicas de ingeniería social para manipular psicológicamente a las personas y obtener acceso a información confidencial. Este enfoque representa un gran riesgo, especialmente para pequeñas empresas que carecen de los recursos necesarios para afrontar ciberataques de forma efectiva.
Un estudio de Kaspersky reveló que el mal uso de los recursos informáticos y la falta de seguridad por parte de los empleados son de las principales amenazas para las empresas, con un costo promedio por incidente de $337,561 pesos. En respuesta, Seguritech enfatiza la importancia de capacitar a los colaboradores para prevenir y mitigar riesgos.
La capacitación en seguridad informática no solo previene ciberataques, sino que también incrementa la productividad, reduce errores operativos y refuerza la confianza interna. Así, las empresas pueden blindarse frente a amenazas digitales, aprovechando su recurso más valioso: su gente.
