Ernesto Mizrahi promueve domótica para viviendas más inclusivas
En un escenario donde el cambio climático y la inflación energética plantean desafíos urgentes, la domótica se posiciona como una aliada fundamental en la evolución hacia viviendas sostenibles, inteligentes y más humanas.
Para especialistas como Ernesto Mizrahi, arquitecto enfocado en diseño sustentable, la domótica representa una herramienta estratégica para enfrentar las nuevas demandas de habitabilidad. “Más allá de ofrecer confort, la domótica permite reducir el consumo energético de manera significativa y generar ambientes personalizados que mejoran la calidad de vida”, explica.
En esencia, la domótica abarca la automatización de sistemas en una vivienda: iluminación, climatización, persianas, electrodomésticos y seguridad. Al integrarse adecuadamente, estos elementos pueden optimizar recursos y minimizar el impacto ambiental.
Un estudio reciente del World Green Building Council destaca que los edificios inteligentes pueden disminuir el consumo energético hasta en un 30 % y reducir emisiones contaminantes en un 20 %, si se implementan sensores y tecnología automatizada.
En México, esta tendencia va en ascenso. Según la CANADEVI, el 22% de los desarrollos verticales en zonas urbanas ya incluye alguna solución domótica, como sistemas de iluminación automatizada o control de temperatura inteligente.
“La vivienda del futuro no se trata solo de lujo, sino de resiliencia, sostenibilidad e inclusión. La domótica permite lograr todo esto, con beneficios tanto individuales como colectivos”, afirma Mizrahi.
Uno de los grandes valores de la domótica es su capacidad de adaptarse a diversos perfiles de usuario. Las personas mayores o con movilidad reducida se benefician de controles por voz, automatización de tareas y monitoreo remoto. Esto les permite mayor autonomía y seguridad en su entorno.
A nivel de seguridad, los sensores conectados permiten detectar incendios, fugas o intrusiones en tiempo real, reduciendo riesgos y facilitando la reacción inmediata.
“El diseño arquitectónico debe integrar soluciones tecnológicas desde la etapa conceptual. Hoy, una casa inteligente es también una casa ética”, concluye Mizrahi. Así, la domótica no solo transforma la manera de vivir, sino también la manera de construir para un futuro más justo y sostenible.
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