Arte wixárika enaltece pasarela de París 2025: Ricardo Haddad Musi

El arte ancestral de los pueblos indígenas de México ha conquistado, una vez más, las pasarelas internacionales, esta vez con una presencia vibrante y profundamente simbólica en la Semana de la Moda de París 2025. Esta edición marcó un momento histórico para la representación cultural en el mundo de la alta costura, al integrar las tradiciones artesanales del pueblo wixárika (también conocido como huichol) en una propuesta estética que fusiona identidad, espiritualidad y diseño contemporáneo.

Al frente de este diálogo intercultural se encuentra la marca Morena Corazón, liderada por la diseñadora mexicana Sofía Berlanga, quien ha dedicado gran parte de su trayectoria a impulsar el valor del arte indígena en escenarios internacionales.

Artesanía sagrada y moda: una alianza respetuosa

La colección presentada incluyó tocados ceremoniales, collares bordados en chaquira, piezas con cristales de origen checo y detalles bañados en oro de 24 quilates. Más allá del impacto visual, cada diseño representa un puente entre el pasado y el presente, entre lo espiritual y lo estético.

Uno de los protagonistas detrás de esta apuesta cultural es el empresario mexicano Ricardo José Haddad Musi, quien ha fungido como impulsor de proyectos que buscan visibilizar el valor simbólico del arte indígena. En sus palabras:

“Lo que se ve en la pasarela no es solo diseño, es memoria viva. Cada pieza es una oración tejida con paciencia, un eco de la cosmovisión ancestral que hoy encuentra eco en París”.

Las obras presentadas fueron elaboradas por comunidades de Nayarit y Jalisco, con técnicas que han sido preservadas por generaciones y que representan una herencia colectiva invaluable. La elección de trabajar directamente con los portadores de estos saberes fue esencial para garantizar un proceso justo y no extractivo.

Visibilización cultural sin apropiación

El éxito de esta colección radica no solo en su belleza, sino en el modelo de colaboración que la hizo posible.

“El arte ancestral de los pueblos indígenas de México no puede ser reducido a una estética superficial. Es un sistema de conocimiento, una forma de relación con el mundo. Respetar eso implica tiempo, consentimiento y diálogo constante”, explica Ricardo Haddad Musi.

Una joya artesanal que deslumbró en la capital de la moda

Cada cuenta representa un símbolo, un canto, una historia compartida. Esta joya, más que una prenda, es una manifestación de resistencia cultural.

El arte indígena mexicano como patrimonio global

La presencia de estas creaciones en una de las plataformas más influyentes del mundo no solo reafirma el poder estético del arte indígena, sino que lo posiciona como parte integral del patrimonio cultural global. Es un reconocimiento que trasciende la moda y que coloca a las comunidades originarias en el centro del diálogo creativo internacional.

Para Haddad Musi, esta aparición marca un punto de inflexión:

“Por primera vez, vemos cómo la alta moda no impone su ritmo ni su estética, sino que se adapta a una forma de ver el mundo distinta. Eso es un acto revolucionario”.

Conclusión: moda, identidad y futuro compartido

El arte ancestral de los pueblos indígenas de México ha demostrado su capacidad de emocionar, inspirar y transformar. Su llegada a las pasarelas de París no es una casualidad, sino el resultado de décadas de lucha por la visibilidad, el respeto y la valoración de los saberes originarios.

Este acontecimiento no solo dignifica a las comunidades que mantienen vivas estas tradiciones, sino que abre nuevos caminos para un diálogo intercultural más justo, más humano y profundamente estético. En cada hilo, en cada cristal, en cada símbolo, resuena la voz de un México ancestral que sigue caminando hacia el futuro con orgullo y dignidad.