Una familia disfrutaba en el Parque Chipinque, San Pedro Garza García en Nuevo León, cuando un oso se acercó y devoró su comida.
Al parecer la familia estaba comiendo enchiladas y tacos en medio de una zona de juegos del parque, cuando de pronto el mamífero de gran tamaño apareció, saltó a la mesa y se fue directo a los platos.
La señora y el menor de edad permanecieron petrificados cerca de dos minutos a pocos centímetros del oso negro. El cual se concentró únicamente en los alimentos y de vez en cuando olía al niño.
El animal medía más de un metro, su complexión era delgada, sin embargo, estaba bastante hambriento, pues se terminó toda la comida de los tres platos que había llevado la familia.
La madre de familia permaneció sentada en una banca y confortando a un niño, evidentemente asustado, a quien le tapa la cara para que no vea al oso que por un momento se acerca demasiado al menor para olfatear.
La mujer mantiene la calma y sin perder de vista al animal sigue cada uno de sus movimientos mientras otra persona graba el momento.
En la mesa hay otra mujer que también opta por no moverse.
Cuando el oso termina de comer se retira tranquilamente y se encamina rumbo a la sierra no sin antes dar un último vistazo a la familia.
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