El Año Nuevo Chino coincide con el inicio de un nuevo ciclo agrícola, lo que era especialmente importante en las sociedades tradicionales para marcar la siembra y las cosechas.
También simboliza renovación, limpieza, y un nuevo comienzo. Cada año se asocia con uno de los 12 animales del zodíaco chino, que también se vincula con los elementos y los ciclos celestiales.
El calendario chino se ajusta a los ciclos de la Luna y también considera el movimiento del Sol para mantenerse en sintonía con las estaciones. Por ello, el Año Nuevo Chino no tiene una fecha fija en el calendario gregoriano. El año suele comenzar entre el 21 de enero y el 20 de febrero, pero no hay un día establecido.
La Serpiente es el sexto animal del zodiaco chino y representa la sabiduría, el misterio y la intuición. Las personas nacidas bajo este signo suelen ser analíticas, elegantes y reservadas, pero también pueden mostrar una tendencia a la desconfianza y la complejidad emocional. En la mitología china, la serpiente está vinculada con la transformación y la regeneración, ya que muda su piel para renovarse.
En el ámbito espiritual, la Serpiente simboliza la sabiduría ancestral, la capacidad de adaptarse a los cambios y el poder de la introspección. Este signo invita a buscar soluciones profundas y creativas frente a los desafíos de la vida.
El elemento Madera aporta un toque de crecimiento, creatividad y flexibilidad. Es un elemento que fomenta el desarrollo, tanto a nivel personal como colectivo. En combinación con la Serpiente, 2025 se perfila como un año de oportunidades para el aprendizaje y la innovación, aunque también de retos relacionados con la adaptación a nuevas circunstancias.
La Serpiente de Madera promueve un enfoque calmado y estratégico, pero con una fuerte ambición. Este año será propicio para proyectos a largo plazo, especialmente aquellos relacionados con la educación, la sostenibilidad y la espiritualidad debido a que también promueve la longevidad. En términos generales, según la cultura china, se espera que el 2025 para observar, reflexionar y actuar con sabiduría. La Serpiente nos recuerda que el poder radica en la estrategia y el conocimiento profundo, y la Madera aporta la energía necesaria para crecer y prosperar.
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